Almería camina de la mano con los inmigrantes y los refugiados

"La esperanza es el impulso para compartir el viaje, porque el viaje se hace en dos: los que vienen a nuestra tierra y nosotros". La palabras pronunciadas por el Papa Francisco en 2017 para refrendar que la inmigración y los miles de refugiados que llegan a Europa cuentan con la solidaridad de los ciudadanos fueron el aliento de medio centenar de persona que se echaron a las calles de la capital para reivindicar que la sociedad almeriense también camina junto con inmigrantes y con refugiados.

Inmigrantes como Kaba, de Ghana, quien emocionó a las casi 500 personas reunidas en la Puerta de Purchena que escucharon su testimonio de lucha y superación para cruzar, en un salto muchas veces mortal, la distancia que separa África de España, a donde llegó hace ahora 20 años. "Salí de mi país para buscar trabajo, una casa, unos estudios... Todo lo que no hay en Ghana", explicó Kaba, quien dio paso a Tina y Ángel, una pareja de Venezuela que, desde el primer día que pisó esta provincia, ha podrido comprobar de primera mano la solidaridad de la sociedad almeriense. Una solidaridad de la que hizo gala Yasmina Rivas, trabajadora de la asociaicón de ayuda a los refugiados Accem, quien defendió la necesidad de que todas aquellas personas que llegan a la provincia puedan contar con la ayuda necesaria para que nunca dejen de ser personas.

Así, alrededor de las 11:00 horas, la marcha, encabezada por una pancarta con el lema 'La persona es lo primero', partió desde el centro de la capital hacia el Cable Inglés, donde se procedió a la lectura de un manifiesto que en seis puntos recogió los anhelos de todos aquellos que forman parte de Cáritas u otras asociaciones participantes, como Amnistia Internacional.

Celebración De este modo, las lectoras del manifiesto pidieron al Gobierno de España "y a todos los gobernantes" que antepongan siempre los Derechos Humanos de todas las personas, "también de los inmigrantes y refugiados" a cualquier política migratoria. Asimismo, exigieron "rutas seguras" para poder poner fin a las prácticas violentas y al "cementerio" en el que se ha convertido el Mar Mediterráneo.  Para finalizar, los bailes y músicas del mundo hicieron acto de presencia  bajo El Cable Inglés para poner un toque de color a una jornada que fue un rotundo éxito.