Salidas del armario más o menos traumáticas. Acoso escolar e incomprensión. Carreras profesionales marcadas por el hecho de tener una condición sexual distinta a la mayoría. El tabú y los prejuicios que se extienden más si cabe en el caso de la mujer. Y, por fin, la anhelada normalización.
Con motivo del 28 de junio, Día del Orgullo LGTBI, la Escuela de Arte de Almería organiza la primera edición de ‘Encuentros con orgullo’. Será hoy viernes, a mediodía, en el claustro del centro. Se trata de un coloquio en el que nueve personas vinculadas de algún modo a esta comunidad contarán sus testimonios en primera persona.
LA VOZ adelanta seis de estos relatos vitales:
Juan Ortega: “Las hijas de mi pareja han entendido que su padre es feliz con un hombre”
La vida de Juan Ortega, que salió del armario en los 90, ha dado un cambio radical en el último año y medio. Ese es el tiempo que hace desde que decidió establecerse como pareja con Daniel Cruz y formar su propia familia, contando con las hijas de este. “Las niñas le han dado mucha normalidad, entienden que su padre es feliz con un hombre”, explica.
Ahora, Daniel lucha por la custodia de sus hijas, de 13 y 9 años, que se quieren ir a vivir con ellos. “Las niñas desean estar más cerca del que era su entorno y aquí son felices y están rodeadas de gente bastante respetuosa, se relacionan con todo el mundo y no han tenido ningún problema”, defiende Cruz, quien cuenta que, tras el ‘shock’ inicial, su familia y amigos vieron con naturalidad que se hubiese enamorado de un hombre.
“Yo parto de la base de que el Derecho y las leyes son iguales para todos y entiendo que el juez valorará que la mayor ya tiene edad para pedir con quién quiere estar y hay que mirar el bienestar de las niñas”, añade Ortega.
Como reflexión final, el jefe de Ventas de Nave 44 opina que “parece mentira que en 2019 estemos en el momento en que estamos, con grupos políticos que no quieren compartir nuestros derechos que son los de todos”.
Chiara di Giovanni: “Mis parejas anteriores fueron chicos y ahora me he enamorado de una chica”
La entrada de Chiara di Giovanni en el colectivo LGTBI es reciente. De hecho, en este momento está viviendo lo que siempre había visto desde fuera: el miedo diario al juicio de los demás y la búsqueda del valor para contárselo a sus padres y amigos.
“No creo que la expresión ‘salir del armario’ sea correcta porque yo no siento que haya estado escondida, para mí lo difícil ha sido explicar mi transición: no he estado reprimiéndome, simplemente mis parejas anteriores habían sido chicos y ahora me he enamorado de una chica”, explica. En ese sentido, considera criticable que todavía vivamos en un sistema binario en el que los matices no son bien recibidos. “La orientación sexual puede ser fluida o cambiante y muchas veces no nos sentimos identificados con ninguna de las etiquetas que se nos asignan”, reflexiona.
En su opinión, entre las muchas razones que pueden explicar que las mujeres tengan más problemas a la hora de expresar su orientación sexual está el hecho de que históricamente los hombres siempre han ocupado los espacios públicos: “Puede que nos hayamos centrado en visibilizarnos y nos hayamos olvidado de visibilizar nuestra orientación sexual”.
Tampoco ayuda, a su juicio, el tópico que acompaña a la etiqueta de lesbiana, que a veces se entiende como una frustrada sexual.
Sergio Morante: “Sufría ‘bullying’ y no me veía preparado para decirlo, me ayudó irme a vivir fuera”
La salida del armario de Sergio Morante fue bastante natural. Al menos en su entorno más cercano. Sus padres y sus mejores amigos entendieron sin problema su orientación sexual. El problema vino en el ámbito educativo, donde sufrió acoso escolar. “Había sufrido bastante ‘bullying’ y no me veía preparado para decirlo; me ayudó irme a vivir fuera y luego volver a Almería ya sin miedo para expresarme sin cortapisas”, relata el comunicador.
A los jóvenes que se puedan ver en una situación similar les aconseja llevarlo hacia delante de la mejor forma posible: “Lo asumes y lo llevas sin ocultarte y sin miedo; tienen que tener claro que cuando acabe el instituto, se acaba el acoso y si el abusón ve que no te afecta, sino que te hace más fuerte, el acoso para”. Y apostilla: “Los acosadores son cobardes y los valientes tenemos que ser nosotros”.
En su día a día profesional, Morante agradece a su empresa, Canal Sur, que siempre haya intentado buscarle programas y temáticas que no le supusieran un conflicto: “Hace más de veinte años, un gay en un vestuario de fútbol era algo complicado”.
En otros medios sí se ha cruzado con jefes que lo han tomado menos en serio cuando le surgía “un poquito de pluma o amaneramiento”.
Sergio Regal: “Los gays tenemos que hacerlo y hacerlo muy bien para que se nos respete”
Los padres de Sergio Regal se enteraron de que su hijo era gay por terceras personas, de ahí que él siempre diga que lo sacaron del armario “a patadas”. “Yo era muy joven y estábamos en otra época, pero ya me vi obligado a sentarme con ellos y no les quedó más remedio que asimilarlo”, recuerda con cierta amargura.
“Ha sido siempre mi sino, no sé si me he encontrado con gente envidiosa, pero siempre he usado las piedras del camino para hacerme una casa”, lamenta.
Hoy, Regal recuerda con distancia aquella Almería que estaba empezando a mostrarse: “Salíamos por sitios de ambiente y nos escondíamos un poco menos”.
El diseñador almeriense, que vestirá a Mónica Naranjo para el pregón del Orgullo de Madrid, considera que la homosexualidad está más normalizada en el mundo de la moda porque se le ha dado visibilidad a través de prestigiosos creadores que no han ocultado su orientación. Sin embargo, él cree que los gays siempre tienen que demostrar más que la gente hetero: “Tenemos que hacerlo y hacerlo muy bien para que se nos respete”.
¿Y por qué en ámbitos como el deporte se sale menos del armario? “Es un mundo más primario, los deportistas se esconden un poco más por miedo a ser considerados menos masculinos y ser rechazados por ello”.
José Cuadrado: “En algunos sitios la libertad de expresión se confunde con el discurso del odio”
Director de Comunicación del Observatorio contra la Homofobia de Cataluña, José Cuadrado se considera además un activista atípico: usa las redes sociales para combatir la ‘LGTBIfobia’ y, en particular, la ‘plumofobia’ a través del sentido del humor, el entretenimiento y la ironía.
“Desde el Observatorio, hacemos una especie de radiografía o informe sobre la ‘LGTBIfobia’. Yo observé que el perfil de acosado muchas veces era gente joven que desconocía que había herramientas para combatir la violencia, porque no hay una ley estatal y eso genera que en algunas comunidades el concepto libertad de expresión se confunde con el discurso del odio”, señala en declaraciones a LA VOZ.
Como en la mayoría de los casos, su activismo viene de su experiencia personal. “Mi adolescencia no fue sencilla, sufrí ‘bullying’, tuve que cambiar de centro varias veces porque no se supo gestionar la situación y eso fue lo que me hizo que quisiese dedicarme a esto”, confiesa.
Tras participar esta mañana en ‘Encuentros con Orgullo’, Cuadrado ofrecerá la conferencia ‘Activismo, sentido del humor y mucha pluma’ a las 18 horas en la Escuela de Arte. Y mañana sábado, a las 12 horas, presentará su novela ‘Menos drama y más banana’ en Picasso Reyes Católicos.
Fran Torres: “En vez de preguntar por qué no existe el orgullo hetero, agradezcan no necesitarlo”
Desde su doble condición de jefe de Estudios de la Escuela de Arte de Almería y homosexual, Fran Torres tenía claro que el centro almeriense no podía permanecer al margen de este 28 de junio, Día del Orgullo LGTBI.
Él es el artífice de la actividad ‘Encuentros con Orgullo’, que se celebra hoy viernes a las 12 horas en el claustro de la escuela. “Es necesario seguir organizando actos como este porque actualmente hay partidos políticos de extrema derecha que ponen en cuestión la celebración de la fiesta porque dicen que ya hemos conseguido todos nuestros derechos y yo les lanzaría la siguiente reflexión: el orgullo LGTBI no nació de una necesidad de celebrar ser gay, sino del derecho a existir sin ser objeto de persecución; en lugar de preguntarte por qué no existe el orgullo heterosexual, agradece que no lo necesites”, apunta.
Torres sufrió acoso escolar y por eso no titubea a la hora de aconsejar a los jóvenes víctimas de abusos que sean ellos mismos y jamás intenten ocultar o cambiar su orientación natural. “A la larga es muy perjudicial y puede derivar en problemas de ansiedad, psicólogicos, fracaso escolar, depresión y conflictos de personalidad. En los centros tenemos la obligación de garantizar la protección, preservar la intimad y actuar de manera inmediata”, subraya.
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