Álvaro Ramos, un paciente de Garrucha, ha dirigido un escrito al consejero de Salud, Jesús Aguirre, en el que denuncia que el SAS sigue incumpliendo plazos legales en listas de espera, a pesar del plan de choque puesto en marcha por la Consejería, como demuestra que él mismo esté esperando desde el pasado diciembre un tratamiento que debería haber recibido en 60 días.
Sin embargo, y coincidiendo con la comunicación a este periódico, Ramos ha recibido por fin una cita para ser sometido a una infiltración de ácido hialurónico en su rodilla tras una complicada operación de menisco. Será el próximo 28 de agosto, es decir, ocho meses después de que los médicos del Hospital La Inmaculada ‘recomendaran’ suministrarle este tratamiento en otro centro, puesto que en Huércal-Overa no disponían de él.
Por este motivo, y a través de su médico de Atención Primaria, el paciente fue derivado al Hospital Torrecárdenas, donde, sin embargo, tampoco ha sido atendido en todo este tiempo, lo que ya le llevó a expresar sus quejas al delegado provincial de Salud, Juan de la Cruz Belmonte. El pasado mayo, recibió respuesta de Belmonte, en la que le comunicaba que el Hospital La Inmaculada ya había puesto “en marcha el proceso de adquisición del citado medicamento”, y le informaba de que se le citaría “en breve” para iniciar el tratamiento.
En todo este trámite, y ante el estado de su rodilla, el paciente decidió acudir a una clínica privada para someterse a una primera infiltración, que le costó 230 euros y le dio buenos resultados.
Dos meses después de la respuesta del delegado y al seguir sin cita, el pasado lunes, Álvaro Ramos, que es miembro de la formación ‘Garrucha por la gente’, dirigió otro escrito al consejero reclamando una cita, algo que finalmente ha conseguido. En esta carta, reprocha a Aguirre que “no es ético que un mismo sistema público de salud clasifique a los pacientes como de primera o de segunda dependiendo del lugar donde residan, de forma que tienen peor asistencia los que viven alejados de la capital”.
Respuesta El delegado territorial de Salud ha explicado , ante lo sucedido, que esta situación se ha producido debido a que “la anterior Gerencia de Huércal-Overa -durante el Gobierno del PSOE- decidió eliminar este tratamiento en aplicación del análisis coste-beneficio” puesto en marcha por el anterior gobierno andaluz, algo que ha sido revisado por el actual ejecutivo y que según Belmonte ha sido revisado por la Consejería que lidera Jesús Aguirre.
Por ello, la Consejería ha decidido recuperar este tratamiento en el hospital huercalense e iniciar el proceso para su adquisición. “Se trata de un proceso administrativo de licitación, no es como comprar el medicamento en la farmacia, y requiere sus plazos, pero una vez cumplidos ya ha sido adquirido y ya está disponible en el hospital de La Inmaculada”, asegura Belmonte.
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