El reciente estreno de la última temporada de la serie Stranger Things trae, aparte de un reguero de nostalgia ochentera en forma de iconos pop, el recuerdo de un nuevo tipo de ocio que empezó a coger forma durante los años 80. Los juegos de rol han sido tanto instrumento para miles de horas de ocio adolescente y adulto como objeto de estigma social, debido a una gran incomprensión y a casos que mezclaban churras con merinas. La asociación Ludere Aude es un templo de lo ‘friki’ con más de 20 años lanzando dados y moviendo fichas.
¿Sigue existiendo cierto estigma con respecto a los juegos de rol y de mesa?
En realidad, se trata de desconocimiento. La gente no sabe muy bien qué es, escucha las palabras “juego de rol” y lo conecta con varios casos de personas que han hecho cosas malas y en los que se ha culpado a estos juegos. Realmente, el rol es un teatro libre en el que una persona, el ‘master’, te va diciendo dónde estás y lo que ocurre y tú, como jugador, actúas en consecuencia.
¿Se nota en las nuevas generaciones un cambio de actitud frente a esto?
En ese sentido, la gente más joven ha adoptado la palabra ‘friki’ y ya no se utiliza tanto como un insulto. Ese concepto se ha socializado mucho más. Hay quién lo lleva como una medalla, no es tan despectivo como antes. Si acaso, se puede usar con cierta sorna.
A esta aceptación han ayudado fenómenos audiovisuales como las películas de Marvel, El Señor de los Anillos o Juego de Tronos. ¿Cómo animarías a que la gente que se ha sentido interesada por estas producciones probara a jugar?
Yo les diría que se pasaran por Ludere Aude. Verán que hay gente de todo tipo, de todos los estratos sociales y de cualquier edad que comparte hobbies en común. Allí se les acoge y se les guía sin ningún problema.
¿Qué diferencias existen entre esos juegos de estrategia con los tradicionales como la oca o el parchís?
En comparación, los tradicionales son juegos que, aunque tienen cierta estrategia, dependen muchísimo del azar. En los actuales, al tener unas reglas más complejas, permiten al jugador tomar más decisiones. La mayor diferencia es que tienen más profudidad.
¿Qué puede aportar este tipo de pasatiempos en la formación de los jóvenes?
Al ser actividades comunicativas, promueven la empatía y la creación de una comunidad entre los jugadores. También explotan la imaginación y ayudan a desarrollar la inteligencia y, de alguna manera, la astucia.
Los tópicos echarán para atrás a gente que piense que son violentos o poco adecuados para menores.
En los juegos de rol puede haber violencia, pero igual que en el cine. Sin embargo, en muchos de ellos se premia el solucionar las cosas sin hacer uso de ella. Eso dependerá del jugador y de cómo quiera alcanzar sus objetivo. Además, normalmente no se recrea una violencia explícita sino algo como “ataco con mi espada al enemigo”, y se acabó.
Se habla de estos juegos como ‘ocio alternativo’. Pero ¿a qué?
A la industria del ocio imperante que consiste en salir de fiesta y beber alcohol. Es bastante diferente eso a juntarte con unos amigos con una bolsa de patatas y un refresco para viajar por mundos de fantasía.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/12/almeria/175983/la-gente-mas-joven-ha-adoptado-la-palabra-friki-y-ya-no-es-un-insulto