Son muchos los incidentes que sufre el medio ambiente por el ser humano, el último en la provincia fue la semana pasada cuando el empleado de una empresa de electrodomésticos se grabó en un vídeo (que subió a las redes sociales) en el que tiraba una nevera por un barranco en la localidad almeriense de Olula del Río.
La acción no solo tendrá consecuencias económicas para el empleado, además de perder su puesto de trabajo, sino que repercute directamente en la naturaleza. Un frigorífico contiene gases y aceites que son considerados muy peligrosos para el entorno.
En el 2017 en Andalucía se recogieron más de 43 millones de kilogramos de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), según el ‘Informe Anual de gestión de los RAEE en la Comunidad Autónoma de Andalucía’ elaborado por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, y basándose en los datos ofrecidos los sistemas colectivos de responsabilidad ampliada del productor (Scrap).
Rafael Serrano, director de Relaciones Institucionales, Marketing y Comunicación de la Fundación Ecolec, afirma que hay dos grandes vías para deshacernos de forma correcta del electrodoméstico.
“En primer lugar, si compramos un electrodoméstico nuevo y nos lo llevan a casa, el establecimiento que nos ha vendido el aparato tiene la obligación de retira de forma gratuita el electrodoméstico usado, no importa el haber hecho la compra por internet o en el establecimiento, los costes correrían a cargo del distribuidor, que a su vez tiene acuerdos con sistemas colectivos para su correcta gestión”, expone Rafael Serrano.
Y, en segundo lugar, en caso de comprar un pequeño electrodoméstico nuevo, como una tostadora, para deshacerse de la antigua existen la posibilidad de acudir a un punto limpio y depositarla en su contenedor correspondiente, o bien entregarla en un punto de venta.
Consejos
Los distribuidores tienen la obligación de recoger el producto pequeño, aunque no haya sido comprado en ese establecimiento. Esta posibilidad existe desde el año 2015, explican desde la Fundación Ecolec.
En la situación de tener un frigorífico averiado y no querer sustituirlo, hay que ir al punto limpio a depositarlo, al tratarse de un aparato de gran tamaño y riesgo por sus componentes.
De los productos que hay en casa los catalogados como más peligrosos son los frigoríficos y aires acondicionados debido a los gases que usan para poder hacer la función de conservar los alimentos y de regular la temperatura.
“Los menos peligrosos son la batidora, tostadora y maquina de afeitar ya que son considerados los menos dañinos, aunque hay que tener cuidado con los que posean batería, ya que son consideradas residuos peligrosos”, señala Serrano.
“Con todos ellos se debe hacer una gestión correcta para cuidar la naturaleza y aprovechar las materias primas”, apostilla.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/12/almeria/176429/reciclar-los-electrodomesticos-sin-danar-el-medio-ambiente-es-posible