“Rafa Hernando me dio una puñalada, pero no llegó al corazón”

Entrevista a Luis Rogelio Rodríguez-Comendador Pérez, exalcalde de Almería y exsenador

Luis Rogelio Rodríguez-Comendador en un gesto captado por el fotógrafo Juan Sánchez durante la entrevista en la terraza del Club de Mar.
Luis Rogelio Rodríguez-Comendador en un gesto captado por el fotógrafo Juan Sánchez durante la entrevista en la terraza del Club de Mar. Juan Sánchez
Antonia Sánchez Villanueva
07:00 • 08 sept. 2019

Tras veintimuchos años de carrera política, en la que ha sumado cargos y acumulado poder como pocos políticos del PP de Almería, Luis Rogelio Rodríguez ha regresado a su despacho de abogado, que estos años mantuvo activo su tío. Eso, los amigos, la familia y un Máster de Historia Militar ocupan una vida mucho más plácida ahora. Pero el gusanillo está ahí. Y sigue picando. Luis Rogelio aparece relajado, tranquilo, se diría que luminoso, muy lejos de la imagen más adusta de  la última etapa en la alcaldía. El guión habría dictado hace menos de seis meses que esta entrevista se hubiera celebrado siendo el personaje senador del Reino de España. Pero las intrigas internas, primero, y la lotería de las urnas, después, lo dejaron fuera, por primera vez en décadas.



¿Hay vida más allá de la política?
Joéeee… No es que hay vida, es que es la vida... Existen los fines de semana.




¿Ha redescubierto cosas y recuperado a gente?
Sin duda. He recuperado a amigos con los que no tenía relación apenas porque quedábamos y anulábamos y al final la gente deja de llamarte.




¿Y cuando uno sale de la política el teléfono también deja de sonar?
Deja de sonar el teléfono político, los amigos permanecen.




¿Los amigos que da la política lo son de verdad?
En la política tienes amigos coyunturales y amigos de verdad. Los coyunturales dejan de serlo. Ya no les interesas, ya no les das, no les ofreces otra cosa que tu ser mismo. Si no puedes hacer algo más por ellos a lo mejor ya no tienes valor para ellos. Pasa en muchas cosas en la vida.




Ha tenido mucho poder durante muchos años…
Sí, ciertamente. Presidente del partido, de Diputación, alcalde de Almeria, sí, mucho, mucho….




¿Ha sido consciente del poder que tenía?
 He sido consciente, pero nunca me lo creí porque sabía que era una cosa prestada.




 Pero cuando se vive inmerso en ello ¿no se termina envuelto en la burbuja?
Depende de cómo seas y de tu capacidad de análisis de la situación y de ti mismo. Eres un ser humano igual que los demás al que las circunstancias han puesto en una situación en la que puedes favorecer a la gente. La política es una maravilla para el que le guste, yo vengo de tradición familiar y lo he mamado.  Al final lo que importa de verdad es la trascendencia que tengas, tu legado. Nunca me creí en exceso el poder por el poder.


¿El despacho no termina siendo una torre de cristal en la que uno se encierra?
En parte sí, muchas veces, y en parte tienes que pisar la calle y tener pepitos grillos que te digan, tío, no eres el mejor.


¿Ha tenido esos pepitos grillo o más aduladores?
Aduladores también, por supuesto, pero mucho Pepito Grillo. Eso me ha ayudado.



¿Quién le ha ayudado más de las personas que le han rodeado?
Yo he tenido mucha gente en mis equipos, gente que he tenido muchos años conmigo, como Pablo Venzal, Manolo Guzmán, Paco Amizián, como Javier García…Hemos tenido una trayectoria de 20 años juntos. He tenido siempre gente joven y personas mayores que yo, como José Luis Aguilar, que también ha sido importante en la gestión pública primero en Diputación y luego en el Ayuntamiento. Yo estoy contento de haber tenido gente comprometida.


¿Cuál ha sido su mayor error con la gente que le ha rodeado?
Defraudarme al cien por cien, no. Pequeñas decepciones sí, con gente que yo creía que podía haber dado más de sí en un momento y me ha dejado un poco frustrado. El ser humano es como es, tampoco puedes fiarte de que todo el mundo va a responder al cien por cien, eso es la utopía.


¿Algún nombre?
No, me los voy a reservar. Algunos están todavía activos. No quiero perjudicar a nadie, pero ellos saben perfectamente que algunos sí me han decepcionado en pequeños detalles que no tenían por qué.


¿Existe la lealtad en política?
Frecuentemente falla. Y la lealtad es una cualidad imprescindible en la relación del ser humano, mucho más en la política. Pero, bueno, es que es muy compleja la política. Cada uno quiere sobrevivir y cuando tú dices “mi ilusión ya no está centrada solo en esto, tengo otras cosas aparte”, entonces dicen ‘uy este tío se va, hay que pegarse al que viene porque si no, me quedo fuera’. Es intrínseco al ser humano.


¿Hay que comprenderlo?
Sí, yo en ese aspecto soy muy comprensivo.


¿No guarda rencor?
No.  El rencor hace más daño al que al que lo tiene.


 Dicen que el peor enemigo siempre está cerca.
Siempre.


¿Ha tenido algún enemigo cerca?
Enemigos, enemigos, no. Adversarios a lo mejor sí, dentro del propio partido.


¿Y le han dado alguna puñalada?
Sí, claro, como a todo el mundo. Es que en la política no hay nadie que se escape de alguna puñalada, no de esas al corazón, pero de las que te hacen heriditas, sí, sí. Nadie sale de la política sin heridas.


¿Cuál es la última que le han dado?
(Risas)…. ¿La última? La de las elecciones.


¿Fue una sorpresa quedarse fuera?
No me esperaba quedarme fuera


¿Por qué al final no encabezó la lista al Senado?
Bueno, yo creo que hubo intereses de otro tipo y una mala actitud que yo no esperaba. Y en vez de ser el número uno como había sido nominado, me quedé el dos [le desplazó Rafael Hernando]. Bueno, son cosas que pasan y que volverán a pasar.


¿Intereses? ¿no lo quiere llamar puñalada?
Hombre, es una puñalada.


¿Rafael Hernando le dio una puñalada?
Sí, es una puñalada, evidentemente. Pero no es algo que, digamos, te hiere el corazón.



¿Se sigue hablando con él?
Sí, de otra manera, pero sigo hablando con él.


¿Lo perdona?
Sí, sí, por supuesto. Yo perdono muy rápido, no olvido, pero sí perdono.


¿Pero ya no puede mantener la confianza?
No, es obvio. Se pierde un punto de confianza muy difícil de recuperar.


¿Si se repiten elecciones seguirá estando en la carrera por las listas?
Pues me lo ha preguntado mi mujer esta mañana.


Vaya, pues no nos hemos puesto de acuerdo.
(Risas)…. No lo sé, no lo sé, tendría que pensarlo. Yo ya dije la última vez que era la última que me presentaba, pensando que iba a estar cuatro años y luego dejarlo. Lo he dejado antes de tiempo, llevo cuatro meses apartado de la política y no estoy mal, pero sigo siendo un animal politico. Tendría que pensarlo y lógicamente consultar con el partido, no sé si el partido contaría conmigo.


Eso quería saber, ¿contaría el partido con usted?
No lo sé, Antonia, no lo sé. Es una hipótesis que no se ha producido todavía.


Al gobernar el PP en la Junta de Andalucía  ¿le podría caer un cargo?
Pues a lo mejor me ofrecen alguna cosa. No ha ocurrido todavía formalmente…


Pero ha habido contactos.
Ha habido contactos. Me han llamado, que cuentan conmigo. Eso te agrada porque dices, bueno, parece que no se han olvidado del todo pero no se ha cerrado todavía nada especialmente y ahí estamos.


¿En expectativa de destino?
En expectativa de destino, como se decía antiguamente.  


Si  le vemos en algún sitio, ¿será en Almería o fuera?
En Almería es más difícil, quizá fuera de Almería.


Ha vivido muchos PP.
He vivido el de Fraga, el de Aznar, el de Rajoy y el de Casado.


¿Con cuál se queda?
Yo estuve muy a gusto con la primera parte de Aznar y luego con Rajoy me he llevado muy bien. Rajoy es un presidente al que no se ha valorado todavía con justicia. Creo que cometió errores, pero que en una situación dificilísima hizo una gestión realmente muy difícil con buenos resultados.


¿El partido se ha portado bien con Rajoy?
Eso tendrá que decirlo él.  Es un tipo lo suficientemente hábil, listo y con capacidad como para superar las pequeñas cosas de la vida. Ahora mismo yo creo que el partido le debe un homenaje.


¿Y ve disposición? Porque los movimientos del PP parecen una enmienda a la totalidad de la etapa Rajoy.
Creo que eso no es exactamente así, en la vida la perspectiva es fundamental. No puedes analizar con ojos de hoy lo que ocurrió hace diez años. Es verdad que la economía ocupó el 70 ó el 80 por ciento y la política se dejó a un lado pero ¿qué hubiera hecho otro si se encuentra un país al borde del rescate y con un problema añadido que significa Cataluña? El tiempo es fundamental para el análisis.


¿Su mayor error fue la inacción en Cataluña o los problemas de corrupción?
Yo creo que el problema de corrupción no lo veía tan directo y no cortó con mano firme a tiempo y eso es un error de gestión. Y en el problema de Cataluña se equivocó, dejó todo en manos de la vicepresidenta y la vicepresidenta, que es lista y con capacidad de gestion, se dejó engañar por Junqueras y ERC. Y el gran problema de Cataluña fue el primer referendum, el de Artur Mas. Si no se hubiera producido no hubiéramos dado lugar a lo que pasó después, estoy convencido.



¿El PP de Casado es el futuro o es una vuelta a los principios de atrás?
Yo creo que tiene parte y parte. A Casado hay que darle su tiempo para ver cómo se enfrenta a las situaciones. Casado tiene un partido hoy que compite con Ciudadanos y con Vox, tenemos que dejarle tiempo a ver cómo endereza el rumbo de un partido que ha obtenido el peor resultado de su historia en unas generales con 66 escaños, un fracaso indudable.


¿El Partido Popular tiene capacidad para neutralizar el efecto de Vox, lo acabará fagocitando?
Creo que el futuro de Vox pasa por ir debilitándose. Va a tender, si no a desaparecer, sí a ser testimonial.


De sus cargos, ¿cuál ha sido más gratificante?
La alcaldía, sin duda.


Pero es la más sacrificada.
La más sacrificada, la más problemática y la más difícil, pero gratifica. Y luego mi época como portavoz de Defensa en el Senado y miembro de la Asamblea de la OTAN ha sido fantástica. Me ha permitido el contacto a un nivel excepcional con numerosos países, reuniones de muy alto nivel, conocer países que pensaba que jamás iba a estar. He sido vicepresidente de la Comisión del Mediterráneo y Oriente Medio... Es una época absolutamente interesante. Salir de la alcaldía, que es la acera, la farola y el problema de la basura a ver cuál es la situación geoestratégica del Mediterráneo. Eso te enriquece.


Esa experiencia ¿qué perspectiva le da sobre cómo enfocar el fenómeno migratorio en el Mediterráneo?
Solo y exclusivamente desde una acción de los países occidentales potentísima económicamente en África podemos afrontarlo. Si no, será inviable. África va a tener mil millones de habitantes más en 25 años y no hay posibilidad de supervivencia. Y hay redes sociales y televisiones que les enseñan cómo vivimos nosotros. Si tú eres un africano de Ghana que malvive y tienes posibilidad de salir de ahí, lo vas a hacer, y no vamos a poder pararlos, es mentira. Ni Policía ni Guardia Civil, nada.


¿Nos estamos equivocando mucho en la política migratoria?
Absolutamente.


Mientras, estamos ocupados con hacia dónde va un barco.
Me parece una chorrada absoluta. Mientras la Unión Europea no ponga pie en pared y no haya una decisión de hacer que en África la gente pueda vivir con dignidad, no habrá posibilidad de arreglo. Es más, tendremos una Europa dentro de 50 años con una población inmigrante tan grande como la autóctona. Y será imposible de parar, solo será con una acción de todos los países occidentales para dar posibilidades de vida en esos países. Pero no ir a coger lo que tienen.


¿Seguimos teniendo una política y una mirada colonialistas?
En buena parte todavía sí. Y ese es el error de Europa. No puedes estar en el siglo XXI creyendo que la gente te va a admitir eso porque ya no te lo van a admitir. Los derechos humanos deben cumplirse en todos lados, no sólo en Europa. Pero no intervenir queriendo imponer democracias manu militari como se hizo en Libia.


Almería estratégicamente está en medio del camino, ¿qué papel podría cumplir una provincia como esta con respecto al Magreb?
Nosotros deberíamos ser los comercializadores del Magreb, lo que hicieron Holanda o Francia con nuestros productos, porque no vamos a poder competir con ellos en precio. Pero sí podemos buscar que esa entrada de producto la comercialicemos a través de nuestros canales. Ya hay mucha gente nuestra trabajando en Marruecos.


¿Por qué esa realidad se dice con la boca chica?
Mucha gente del Poniente y del resto de Almería está produciendo en Marruecos, no nos engañemos, y con socios de Marruecos, ¿por qué no vamos a decir una cosa que es una realidad? Están ahí enfrente a 15 kilómetros. Y si seguimos produciendo tenemos que tener mercados para colocar el producto.


Nuestro sector agrícola tiene mucho mérito…
… Mucho, un mérito brutal, pero no se ha unido.


Le cuesta ponerse de acuerdo en la estrategia.
Pues eso digo, es un error brutal. No ha habido nadie con liderazgo para sentar a los principales cabezas y ponerse de acuerdo para poner los precios en Europa. Hemos sido así de torpes los últimos 45 años. Tengamos un poco de cabeza para el futuro.


El Ejido siempre ha sido el que al PP más quebraderos de cabeza le ha dado.
Siempre, siempre.


¿El órdago de Juan Enciso a la dirección que usted presidía ha sido su peor momento politico?
Sí, sin duda.


¿Cómo vivió aquello?
Una situación muy difícil, la escisión fue tremenda.


¿Tan duro fue el pulso que le echó?
Sí, sí. Juan apostó por tener el control del partido al cien por cien.  No se conformaba con menos que el control absoluto. Y eso era una barbaridad. Porque luego tenías a Roquetas, el Levante, el norte de la provincia que decía, El Ejido no puede ser el que mande. Y hubo un choque de trenes brutal entre Gabriel Amat y Juan Enciso.


¿Dejó la presidencia para que se enfrentaran los dos trenes?
No, dejé la presidencia porque la excusa de Juan Enciso con la dirección regional que presidia Javier Arenas fue que yo era un problema para la pacificación del partido. Yo hablé con Arenas y le dije, si yo soy un problema, dimito, ponemos a Gabriel al frente y que se entiendan ellos. Y resultó que el problema no era yo. Pero, vamos, a mí no me dolieron prendas de dejar la presidencia del partido.


¿Había sospechas en el partido sobre Enciso y la presunta trama Poniente?
No hasta ese punto. Ten en cuenta que El Ejido siempre fue muy endogámico, no había tanta posibilidad de percibir qué estaba ocurriendo allí realmente. A lo mejor suenan cosas pero por sospechas no puedes actuar.


En una entrevista Megino me contaba que tuvieron broncas memorables.
Sí, tuvimos problemas por el carácter de Juan, que es complicado, el mío también. Pues sí hubo choques, sí, sí.


Juan no olvida que usted le descabalgara de la alcaldía.
Y es verdad, es verdad. Eso ocurre porque tenemos una encuesta que nos da que seguimos sin mayoría absoluta. Y la gente del partido nos decía que no votaban a Juan, y eso sí nos preocupó. Las cosas vinieron así y me dijeron, tú para la alcaldía y Juan al Senado y Juan no quiso. Se cabreó, se fue del partido y fundó Gial.


Supongo que ni en pesadillas pensaría que podía sacar cinco concejales y tendrían que gobernar juntos.
No, yo le daba dos.


¿Y cuando ocurrió?
Imagínate, un jarro de agua fría. Tuvimos que negociar y costó porque es duro.


Sacó bastante.
Sí, pero no lo que quería, que era la alcaldía.


A cambio le tuvo que entregar la presidencia de  los Juegos  y cortó él la cinta.
Pero conmigo al lado.


¿Tiene muchos secretos politicos?
Para un libro sí.


¿Se lo ha planteado?
Ay… ahora mismo no. Me queda tiempo para las memorias (risas)... serían divertidas, desde luego. 


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