La Alcazaba acumula ya más de una semana sin agua

Sin agua. Con las acequias secas y requemadas; las fuentes y albercas con agua ennegrecida y putrefacta: las plantas sedientas y los setos secos. Y, por su fuera poco, sin baño en el segundo recinto. Así, denuncian desde la Asociación Amigos de La Alcazaba, se encuentra el monumento de la capital desde hace al menos ocho días.

Una situación "nueva e incomprensible" para el colectivo, que, alerta, también es desconocida para gran parte de la sociedad almeriense y de sus visitantes, ya que hasta el momento el “problema” no ha saltado las murallas del monumento. Pero sí está dentro y, por eso, dicen, lamentan que la situación sigue "sin estar controlada" y ante la ausencia de un director que gestione la situación, son los vigilantes y el personal de la Alcazaba los que hacen todo lo que está en su mano y dan la cara, como siempre, ante los visitantes que piden explicaciones.

De este modo, hoy, el que, denuncian, es el octavo día de esta anomalía, Amigos de la Alcazaba ha vuelto a comprobar la situación, que afecta a los casi mil visitantes diarios que acuden en estas fechas al monumento y que contemplan "una imagen lamentable de la Alcazaba".

Lamentable

"Las acequias secas y requemadas, las fuentes y albercas con agua ennegrecida y putrefacta... Los baños del segundo recinto, que son los que más se utilizan, cerrados por tareas de mantenimiento, dice el cartel. Y en estas condiciones, algunos incívicos visitantes utilizan de forma alternativa los milenarios aljibes califales", explica el colectivo en una nota, en la que denuncia: "La imagen de uno de los gatos de la Alcazaba junto a una fuente seca y bebiendo agua de un vaso ilustra perfectamente la situación. Una situación que quizás podamos vivir con normalidad y total aceptación, pero ¿alguien se imagina a la Alhambra ocho días sin agua y además sin ser noticia en la prensa?”, concluyen desde Amigos de la Alcazaba".

Con actuaciones como esta, la Asociación Amigos de la Alcazaba, como viene haciendo desde su fundación, hace ya más de quince años, vuelve a poner la señal de alerta ante una “nueva e incomprensible situación que afecta al patrimonio de todos los almerienses”.