Sus ojos son fuente de energía y su sonrisa delata la ilusión de lo que está por venir. Felisa Requena tiene 46 años, es almeriense y en unas semanas se convertirá en la primera andaluza que realiza el Reto Pelayo.
No era una mujer deportista, ni se había planteado serlo. Tampoco pensaba que el cáncer de mama llamaría a su puerta y así lo hizo en septiembre de 2014. Un año de lucha del que solo recuerda momentos especiales, como los bailes con su hijo pequeño, Pedro, y las miradas cómplices con Cristina, la mayor. “Mis hijos nunca me vieron mal, hasta para cortarme el pelo hice una fiesta. Me maquillé y dejé que ellos lo cortaran, no les supuso algún trauma porque me veían igual que siempre, no físicamente pero sí de actitud, que es lo que más importa”, confiesa la almeriense.
La montaña
Fue en una sesión de quimioterapia cuando comenzó a ver vídeos de carreras en la montaña y pensó “eso lo tengo que hacer yo”. Tan solo quince días después de finalizar el tratamiento de radioterapia, visitó la montaña. “Al principio solo andaba, físicamente estaba mal, llegaba a casa y tenía que acostarme. Aún así, nunca dejé de ir y hoy puedo decir que fue y es mi terapia. Llegué hecha pedazos y me devolvió entera”, relata Requena.
Su primera carrera fue en Tabernas. Ella la define como una preparación para su gran sueño, ese que le dio la motivación necesaria en la sala del hospital: los 101 kilómetros de Ronda. “Es una de las carreras más especiales de mi vida junto a la Ultra de Sierra Nevada. Ahí comencé a ver la vida según las carreras y entrenamientos que me marcaba, ya no me guiaba por la fecha de las revisiones médicas. Siempre digo que cuando te embarcas en una carrera de este nivel, no eres la misma persona cuando sales que cuando llegas”, asegura la deportista.
Reto Pelayo
Felisa Requena forma parte de un grupo femenino de ciclistas almerienses, ‘Las Pitas’. Una de sus compañeras vio por redes sociales el Reto Pelayo, una expedición de mujeres supervivientes de cáncer de mama que tiene como objetivo apoyar la causa y demostrar al mundo y a todas las mujeres que se encuentran atravesando la enfermedad que hay mucha vida después de esta. La compañera de Felisa, al conocer el objetivo del reto, no dudó en proponérselo a la almeriense.
“Me apunté a la selección. Yo no estaba segura de que me fuesen a coger, no sabía el perfil que buscaban y éramos 282 mujeres”, afirma Requena. Tras varias entrevistas, la prueba final se desarrolló en Sierra Nevada con un entrenamiento “bastante duro”.
La nueva edición del Reto Pelayo Vida, que comienza el 24 de septiembre y finaliza el 13 de octubre, lleva a seis mujeres a Los Andes bolivianos. Allí, recorrerán más de 100 kilómetros en ‘mountain bike’ sobre uno de los desiertos de sal más grandes, el Salar de Uyuni, y escalarán el Nevado Sayama, el pico más alto de Bolivia y el décimo volcán más alto del mundo. Este desafío pondrá a prueba la fortaleza física y psicológica de las expedicionarias, que encuentran en este reto una proeza que demuestra superación personal, valentía y optimismo.
Objetivo
El principal fin de este reto para la deportista almeriense es transmitir un mensaje de esperanza. “El cáncer te elige pero tú decides cómo lo afrontas, la actitud es fundamental para afrontar esta enfermedad y cualquier bache que te pone la vida” explica Felisa.
La expedicionaria asegura que su marido “puso los ojos en blanco” cuando le contó su nueva aventura pero también confiesa que tanto él como sus hijos son sus mayores admiradores. “Están deseando de que me vaya. Mi hijo estaba seguro que de que me iban a coger y yo solo quiero que, ya que se va a grabar un documental, tengan una prueba gráfica de lo que consiguió su madre. Es algo que, pase lo que pase, tendrán siempre” expone Felisa con emoción.
Quizá no lo sabe, pero sus hijos no necesitarán pruebas gráficas para recordar la valentía de su madre, a la que ya esperan con todo el orgullo que les cabe.
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