Es de Almería, e hizo dos años de ingeniería de Minas, allá por 1990. Luego volvió a su tierra y se hizo ingeniero agrónomo. Pero de profesión, toda su vida ha sido programador.
¿Cómo empezaste en este mundo de la programación?
Yo empecé a programar con 12 años, con un Spectrum que me lo regaló mi padre. Era nada, se conectaba a la tele, tenía 48k de memoria para el sistema operativo y para todo, iba con cintas de casete... Y ahí todos mis amigos jugaban, pero a mí lo que me gustaba era programar y hacer cosas. Y con 12 añitos le hice un programa de contabilidad muy básico a mi padre. No sé... Supongo que siempre me ha gustado la tecnología.
Pero estudiaste Ingeniería Agrónoma, ¿cómo terminaste siendo programador?
Fue todo seguido. Para el proyecto de fin de carrera hice un programa para el análisis de los resultados, la presentación, etc. Me dieron matrícula de honor, y la misma Universidad me llamó para empezar a pasar las tesis doctorales a formato electrónico. Me tuve que hacer autónomo, y también me dieron becas, hice proyectos, me llamaron de Las Palmerillas... Y, bueno, así me fui viendo envuelto en esto… Y hasta ahora.
Es que en aquella época había pocos programadores.
Éramos bichos raros. De hecho, prácticamente no se sabía lo que era un programador. Que yo pudiera hacer el programa que le hice a Las Palmerillas, que leyese los sensores, supiese cuándo regar, la cantidad de riego, que automatizase todo… Eso era casi magia en el año 98-99. Es lo bueno que tengo, que estoy desde el principio. Date cuenta de que, cuando yo empecé a programar, no había ni móviles, ni internet, ni ordenadores en sí. Eran… nada, maquinitas. Ahora un móvil tiene mil veces mas capacidad. Por eso me he adaptado bien. Yo empecé con Basic, que ahora lo miras y te da risa. Pero engañábamos a la máquina, buscábamos truquillos, y lo hacíamos...
Pero veamos, ¿qué es, en realidad, un programador?
Los programadores somos, sobre todo, traductores. Nos sentamos con el cliente, este nos explica lo que quiere, y nosotros lo traducimos a un lenguaje máquina. Entonces, realmente, da igual el lenguaje que utilices, tú tienes que traducir. Y una vez que entiendes la forma de pasar de lenguaje humano al de máquina, es sencillo. Y es muy divertido. Yo me lo paso pipa. Y además, me encanta… Siempre le busco una vuelta de tuerca a ver si puede hacer algo mas… pero por pura diversión muchas veces. Por puro afán de mejorar y ponerme retos…
Has estado, pues, en muchos proyectos...
He hecho muchas cosas, sí. Por ejemplo, en el 2000 hicimos, para la Junta de Andalucía, un programa para evaluar la viabilidad económica de proyectos de emprendedores. Aún sigue, estamos ya en el tercer marco, que dura hasta el 2020.
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