Sabe que tiene que pasar por quirófano para que le extirpen un quiste tirogloso congénito en el cuello desde marzo de 2018. Y hasta en tres ocasiones ha visto cómo esta operación, programada en el Hospital Universitario de Torrecárdenas, se ha cancelado por distintos motivos. La última de ellas, el 19 de septiembre. Y sin previo aviso: el mismo día en que el paciente, de solo cuatro años, y sus padres se presentaron en el centro hospitalario. “Una vez allí nos dijeron que se habían olvidado de apuntarlo en la lista cuando nos anularon la segunda vez, una semana antes”, cuenta a LA VOZ Nicolás Fernández, el padre del pequeño, que ha expresado su malestar a través de Facebook en una publicación que ya se ha compartido más de 630 veces.
Aunque el niño recibió el diagnóstico hace año y medio, no fue citado para el preoperatorio hasta doce meses después, el pasado mes de marzo. “Entonces nos citaron para junio pero cuando llegó la fecha nos dijeron que no había personal suficiente, al ser verano, y que era mejor dejarlo para después”, dice.
La familia fue comprensiva: son conscientes de que no es una intervención crucial pero sí se trata de una operación que puede durar hasta dos horas y que conlleva de tres a cinco días de posoperatorio. “En el día a día es molesto”, explica en el texto publicado en la red social.
Volvieron el 12 de septiembre pero entonces se toparon con la escasez de recursos humanos. Según su relato, solo hay tres cirujanos pediátricos ahora en Almería: uno de ellos está de vacaciones y los otros dos deben compaginar consultas, intervenciones en quirófano y guardias. “Y solo tienen un día de quirófano para pediatría, que se lo pueden quitar en cualquier momento, como ya hemos sufrido”, apunta.
Como ese día el quirófano no estaba disponible, el niño fue citado para el siguiente jueves, el 19 de septiembre. Pero la cita no se registró debidamente, por lo que al llegar a Torrecárdenas se encontraron con que la operación no se podía realizar. “El cirujano pediátrico, que estaba de guardia, se disculpó, muerto de vergüenza”, recuerda, elogiando además el trato recibido por los médicos.
Tras poner una reclamación, Nicolás volcó en Facebook su frustración. “Al final hay profesionales que se dejan la vida, gente que se esfuerza por encima de su sueldo y posibilidades y otros: gestores, administradores y políticos (me da igual color) que no tienen ni p… idea de hacer su trabajo; simplemente saben de márgenes, beneficios, declaraciones públicas y medallitas. PSOE en sanidad andaluza telita pero el PP no lo está haciendo mejor (a pesar de lo que ellos mismos se empeñen en difundir)”, escribe.
“Tuvimos una buena sanidad (de las mejores a nivel mundial) pero desde que los amigos del ladrillo y lo ajeno se cambiaron de sector esto va de mal en peor. Sin recursos y a costa de los trabajadores no se puede dar un buen servicio (…) Habrá que ver cuando inauguren el Materno Infantil de Almería si habrá codazos para salir bien en la foto: la de la vergüenza de gente que se enriquece a costa de los más vulnerables, en este caso niños y enfermos”, continúa en un contundente texto, reproducido en este artículo con permiso del autor.
A día de hoy, el pequeño continúa sin saber cuando podrá ser operado.
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