Cultura plantea cobrar tres euros por entrar a la Alcazaba y otros espacios

Si se cobraran tres euros de entrada solo al 50 por ciento de los 4,4 millones de personas que el año pasado visitaron los museos y enclaves arqueológicos de Andalucía, se recaudarían 6,7 millones de euros frente a los 137.000 euros obtenidos en 2018. Ni avanzar esta cifra ha salvado este martes a la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta, Patricia del Pozo, de la lluvia de críticas tras el anuncio de que su departamento está trabajando en esta medida para implantarla en 2020.

Aplicando estos mismos cálculos a las cifras de visitantes registradas por el Conjunto Monumental de La Alcazaba y el Museo de Almería en el primer semestre de este año 2019 -116.069 y 51.935, respectivamente- y teniendo en cuenta que esa afluencia disminuyese a la mitad según planteaba la titular de Cultura, ambos espacios lograrían ingresar más de 252.000 euros solo en seis meses. Una cantidad que, de cumplirse lo que dice Del Pozo, se destinaría a su conservación.

En declaraciones recogidas por Europa Press el lunes en Córdoba y este martes en Sevilla, Del Pozo avanzó que está trabajando “en un borrador”, que espera “tener en las próximas semanas”. Consiste en hacer “lo mismo que otras comunidades autónomas y el Gobierno de la Nación”, esto es, regular el cobro de entradas en los museos, conjuntos y enclaves que gestiona la Junta poniendo “un precio mínimo”, que se moverá en los tres euros, aunque “manteniendo bonificaciones a determinados grupos como menores de 18 y mayores de 65 años”.

Además, tal y como aclaró la consejera, “habrá días de la semana y horarios” especiales en que se mantendrá la gratuidad. “Mantener la grandiosidad del patrimonio que tenemos en Andalucía, cuya riqueza es única en el mundo, requiere no uno, sino tres presupuestos autonómicos”, subrayó la titular de Cultura. Así, se pretende cobrar “en algunos de los enclaves esa entrada, que será prácticamente simbólica”, para que “todo lo que se recaude” -teniendo a este respecto “el compromiso de la Consejería de Hacienda”- pueda “revertir en el patrimonio” andaluz, con el fin de mantenerlo “en perfecto estado de revista”.

La consejera recordó que “la Ley de Tasas y Precios Públicos de 1988 ya habilitaba a la Consejería de Cultura para poner unos precios para la entrada en los museos y los principales enclaves” de Andalucía, “y hubo una primera orden de la Consejería de Cultura, de 1989, que estableció un precio mínimo de entrada, y jamás se ha actualizado en 30 años, de tal modo que en los enclaves, conjuntos y museos andaluces solo pagan” para entrar los ciudadanos extracomunitarios.

Reacciones

El inminente cobro de entradas en los museos y enclaves arqueológicos de Andalucía ha suscitado una oleada de reacciones en contra y a favor. Desde la Asociación de Museólogos y Museógrafas de Andalucía (AMMA) ven bien la intención del Gobierno autonómico “siempre y cuando el servicio sea de calidad” porque “estar cobrando por una cosa que lleva instalada 20 años y que no ha ido a más, pues tampoco es”.

En este sentido se posiciona la Asociación Amigos de la Alcazaba, que siempre ha defendido el cobro de entradas a los monumentos y, por supuesto, a la Alcazaba y el Museo de Almería. A su juicio, el “gratis total” es  una postura “trasnochada y a contracorriente de todos los criterios que se practican en Europa”. “El patrimonio no es gratis, pues su mantenimiento lo pagamos los ciudadanos con nuestros impuestos”, apunta la presidenta del colectivo, Maite Pérez.

Sin embargo, el sindicato Ustea recuerda que la Alcazaba carece de expendedores o taquilleros en sus instalaciones, por lo que “desde hace 24 años no se cobra entrada a los extranjeros de fuera de la Unión Europea” quienes, por normativa, deben pagar 1,5 euros por su acceso al recinto, en el que “falta por cubrir el 40 por ciento del personal” con respecto a su relación de puestos de trabajo (RPT). “Sin expendedores no se puede cobrar entrada”, insisten. 

Por su parte, la portavoz del grupo parlamentario Adelante Andalucía en la Comisión de Cultura, Ana Naranjo, asegura que acabar con la gratuidad de los museos está en “la misma música de privatización” de un Gobierno, que se caracteriza por sus “recortes encubiertos a la vez que baja los impuestos a las rentas más altas”.