Detenida por asfixiar a su hijo de siete años en Huércal de Almería

Un parque abarrotado de niños en el corazón del barrio de Villa Inés... y, a solo cincuenta metros, un edificio tomado por guardias civiles con chalecos antibalas y monos blancos de criminalística. La paradoja de Huércal de Almería ilustra el último capítulo de la crónica negra de la provincia. La historia trágica de una víctima. Sergio tenía siete años de edad.

Agentes de la Guardia Civil arrestaron sobre las 10.30 horas del jueves a una mujer identificada como Ana María B. L. de 38 años acusada de asesinar a su propio hijo tras asfixiarlo en una vivienda ubicada en la Plaza Río Chico de Huércal de Almería.

Los padres de Sergio estaban separados y el niño se encontraba a cargo de la madre en el momento de los hechos. Según los primeros datos de la investigación, Ana María B. L. asfixió presuntamente a su hijo en el interior del inmueble, lo colocó en el asiento del copiloto de su vehículo y se trasladó hasta Las Norias de Daza (El Ejido).

La presunta asesina buscaba ayuda de la ex pareja del abuelo del niño, una mujer residente en la calle Río Andarax de la pedanía ejidense a la que visitaba eventualmente. “Entró en la casa como si cualquier cosa y tenía el niño en el coche”, señaló a A. conmocionada por el suceso. “Ella quería que la ayudáramos a bajarlo, me pidió ayuda y yo le dije que, tal y como estaba, el niño tenía que ir inmediatamente al hospital”, añadió. “Como no quise, me dijo que le abriera la puerta de la cochera”.

Según esta testigo directa del episodio, el cuerpo del pequeño carecía de signos aparentes de violencia tales como golpes o cortes, pero sí presentaba rasgos de haber sido asfixiado. “No quería que llamara a nadie, iba detrás mía para que no llamara”, continúa. “Le dije a una vecina que avisara a la Guardia Civil”. Fue entonces cuando la presunta asesina intentó escapar de la calle Río Andarax.

La mujer subió rápidamente al vehículo y arrancó para marcharse de Las Norias de Daza. Apenas pudo avanzar unos treinta o cuarenta metros hasta el cruce con la vía perpendicular. La Guardia Civil entró en acción y las patrullas se cruzaron frente al vehículo. La mujer se detuvo, pero se negó a salir del coche. Los agentes veían el cuerpo del niño en el asiento del acompañante y necesitaban intervenir inmediatamente.

Inspección ocular
Según testigos, un agente golpeó un cristal supuestamente con la culata de un arma y todos se echaron sobre la presunta asesina y, más importante, sobre el cuerpo del menor para tratar de reanimar al pequeño in extremis. Las maniobras no dieron resultado. La Unidad Orgánica de la Policía Judicial (UOPJ) de la Comandancia de Almería y los agentes de los puestos de El Ejido y Huércal de Almería se pusieron en marcha para esclarecer el caso del pequeño Sergio.

Los agentes, apoyados por policías locales huercalenses, acordonaron la Plaza Río Chico para permitir el trabajo de los especialistas en el interior del inmueble. La investigación sospecha que allí se produjo el crimen. Desde mediodía los agentes tomaron la zona e iniciaron las gestiones. Sobre las 19 horas se añadieron agentes del departamento de Criminalística. Las pesquisas continuaron entrada la noche del jueves.

La detenida permanecía este jueves en el cuartel de la Guardia Civil en El Ejido. Hasta las dependencias se trasladaron los testigos citados por los investigadores para aportar luz sobre la secuencia de hechos. En los próximas días la lista de declaraciones se incrementará con seguridad con las aportaciones de otras personas del entorno. El padre del menor es natural de Alcolea, el tercer municipio salpicado por el horror del crimen y la solidaridad de los ciudadanos con la víctima. Con las víctimas.