EL reloj y las campanas de la torre de la Catedral

Tras nueve años de obra, la torre de la Catedral se finalizó en 1613 y se puso un reloj, que tiene su historia. Se pensó en un relojero granadino, que había hecho el de la iglesia de Vélez Blanco, y pidió mil ducados por adelantado. Esto debió enfadar al Cabildo y se lo encargó al alicantino Melchor Rosario por 9.500 reales.

Pero el reloj no estaba bien hecho y causaba todo tipo de problemas horarios a la ciudad, ya que entonces pocos relojes particulares había. Por seis mil reales lo vendieron e instalaron el actual en el año 1756.

La torre servía también para albergar las campanas. El campanario cuenta con un total de ocho, de las que cuatro fueron instaladas en 1942, fabricadas por Villanueva Sáenz. Sus nombres son: San Juan, San Indalecio, Santa Bárbara y Sagrado Corazón. Otras dos, situadas en la espadaña, las fundió José Corona en 1781; una se llama Cuartos del Reloj y la otra Horas del Reloj. Otra, llamada Santa María, fue realizada en los Talleres Oliveros en 1940. Por último, la más grande, llamada Campana Gorda, fue construida en 1805.

Este desajuste de fechas se debe a que en la guerra civil desaparecieron todas, menos la mayor, que se dejó para tocar alarmas, y las otras dos del reloj, cuyo papel se consideraba civil.