De formación autodidacta, apostó hace muchos años por dedicarse al mundo de la moda desde su tierra, Almería. Sergi Regal ha vestido a artistas como Pastora Soler y ha firmado los diseños que Mónica Naranjo ha lucido para celebrar sus bodas de plata en la música. Salió del armario a los diecisiete, sufrió ‘bullying’ y está involucrado en la lucha LGTBI.
¿Cómo supo Sergi Regal que quería dedicarse a la moda?
Desde muy pequeño me ha gustado el mundo de la moda e ir perfectamente conjuntado. Empecé a trabajar en el mismo hace aproximadamente dieciséis años: monté un pequeño negocio, una tienda multimarca donde en los ratos muertos comencé a formarme y a aprender a hacer temas de costura yo solo por mi cuenta. Me rodeé de grandes profesionales, pero puede decirse que soy autodidacta. Hay gente buena que me ayudó a perfeccionar y que ha hecho posible que esté donde estoy.
¿Cómo es el vestido de sus sueños?
No tengo un vestido en concreto, porque a mí lo que me inspira es la persona que se lo va a poner y el tipo de evento. Lo primero es la comodidad y sentirse a gusto para brillar. No sentirte cómoda se refleja en la cara, en la situación y en la imagen.
¿A quién le gustaría vestir que no lo haya hecho todavía?
Me encantaría vestir a la reina Letizia. Mucho. Creo que es una persona que tiene una personalidad bastante fuerte y es atrevida en ciertos momentos para ser la persona que es y para los eventos a los que va.
¿Qué ha significado para usted vestir a Mónica Naranjo en su regreso a los escenarios?
Imagínate. Lo ha significado todo para mí vestir a Mónica después de tanto tiempo sin cantar. Y más para un evento como son los 25 años de su carrera. Ha sido un proyecto bastante ambicioso e importante en mi carrera y estoy seguro de que va a marcar un antes y un después.
Tras nuestra primera reunión, me quedé bloqueado, no era capaz de que fluyera la imaginación. No por los requisitos que me puso, ya que me dio carta blanca, sino por la responsabilidad. Por lo que suponía para mi carrera y por respeto a los fans de Mónica. Pero realmente estoy muy contento con el resultado: sus admiradores la han visto a ella misma, renovada, potente y como la diva que es.
¿Es complicado dedicarse a la moda desde Almería?
Dedicarse a la moda desde Almería es difícil, primero porque tenemos una comunicaciones bastante malas. Acarrea más esfuerzo que a una persona que viva en Madrid o Barcelona. Pero si te lo curras, se puede conseguir. Estamos a una hora de avión de estas dos grandes ciudades. Yo me desplazo sin problema. Es más complicado darte a conocer, pero las redes sociales juegan a nuestro favor. Claro que tienes que ser activo y saber llevarlas. Es la campaña más brutal que puedes tener.
¿Cuándo y cómo salió del armario Sergi Regal?
Llevo ya muchos años fuera del armario. Salí a los diecisiete y se puede decir que me sacaron a patadas porque se lo dijeron a mis padres sin mi consentimiento y no les quedó más remedio que asimilarlo.
¿Ha sufrido la homofobia en su tierra?
Por supuesto. Como cualquier persona gay, sobre todo en una ciudad tan pequeña como Almería. Sí he tenido mi ‘bullying’ y he sufrido homofobia con los típicos comentarios y las risas.
Pero a mí, lejos de afectarme para mal, lo único que hizo fue hacerme más fuerte. Y me ha hecho luchar más por lo que he querido y por demostrar que valgo y que tengo un estatus para que la gente me respete.
Ahora estoy bastante involucrado en la lucha LGTBI. Colaboro con asociaciones, el año pasado hicimos la primera gala contra el sida y ahora estamos preparando la segunda. Y hemos participado en la manifestación del Orgullo en Almería. Es bastante importante la visualización y la normalización para que la gente joven que viene no sienta rechazo y vea que puede ser una persona de éxito y triunfadora más allá de que se rían de ti en determinados momentos.
¿Hay muchos estereotipos asociados al diseñador gay?
Lo típico. El diseño, la peluquería y la costura son trabajos asociados a lo femenino. Pero en la época en la que estamos se están rompiendo muchas barreras. Tenemos a gente importante, hombres y mujeres, que se dedican a esto con éxito. Cuando dejemos de ponerle género y etiquetas a los trabajos, que no lo tienen, todo funcionará mejor. Si nos dedicamos a hacer nuestra vida y a no hacer daño, todo irá de lujo para todo el mundo.
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