“No es fácil”: la emotiva carta de la mujer de un legionario en el Líbano

“Nos hacemos fuertes para transmitirles siempre paz”

Imagen de la salida de la tercera rotación al Líbano desde el aeropuerto de Almería.
Imagen de la salida de la tercera rotación al Líbano desde el aeropuerto de Almería. Javier Pajarón
Álvaro Hernández
19:20 • 27 nov. 2019

Un total de 580 legionarios de la Brigada Rey Alfonso XIII con base en Almería están ya en el Líbano en el marco de la Misión Libre Hidalgo XXIII. Con su desplazamiento (llevado a cabo en tres rotaciones que culminaron el pasado fin de semana), han quedado madres, mujeres, hijos, parejas, padres, maridos, amigos y, en definitiva, familias al completo que ahora solo pueden esperar a que los próximos seis meses pasen volando. Y nadie dijo que esa espera fuese fácil, tal y como demuestra una carta que se ha hecho viral en las últimas horas:



Pedro es de Cantoria y es legionario, pero ahora mismo está en el Líbano. María Aurora, su mujer, espera junto a sus hijas en Almería. "No es fácil ser la mujer de un militar", sentencia de forma clara María Aurora en el inicio de su carta. "Incertidumbre es nuestro tercer apellido, sobrellevamos cada guardia, cada maniobra, cada misión, pero que no digan que una se acostumbra, porque no es verdad", aclara.



La carta, publicada en la popular cuenta de Facebook Almería Postureo (y cuya reproducción en LA VOZ ha sido autorizada por su autora), repasa todos los sinsabores por los que pasa la pareja de un militar, ya sea en una misión en el extranjero o en la propia base. "Aprendemos a vivir con esto, con ellos y sin ellos, nos hacemos fuertes para transmitirles siempre paz", explica la mujer del cabo Pedrosa.






"Que no digan que somos de otra pasta porque no es verdad; sufrimos como cualquier mortal más, los despedimos con pena intentando no llorar, los esperamos días y días a veces incluso sin tan siquiera hablar, y que no digan que el tiempo pasa rápido porque no es verdad", aclara María Aurora. "Los añoramos con una tristeza que solo nosotras podemos imaginar, que no digan que cumpleaños o Navidad solo son unos simples días sin más, porque no es verdad", desmenuza la mujer de este legionario almeriense.



No obstante, el toque final de la carta tiene el toque que solo la pareja de un militar podría tener: el de la esperanza y la ilusión. Porque, aunque pase lento, el tiempo de espera termina llegando a su fin: "Es lo que nos toca y no hay más, porque la ilusión, la alegría y la emoción de verlos regresar no hay quien la viva mejor que la mujer de un militar, contando los días para atrás. Fuerza a todas y mucha PAZ". Que la espera os sea leve.





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