Cruz Roja logra sumar a su programa para el empleo a más de 400 empresas

El ‘Reto Social Empresarial’ busca que empresas y desempleados entren en contacto

Las responsables del programa animan a las empresas a participar.
Las responsables del programa animan a las empresas a participar. La Voz
Antonio Fernández
07:00 • 08 dic. 2019

La Cruz Roja ha desatado una nueva ofensiva para que el empleo llegue al mayor número posible de personas. Lo hace a través de su programa ‘Contrata Sin’, que pretende no discriminar a los que buscan empleo ni por motivos de edad, ni de sexo ni de procedencia.




Es el proyecto ‘Reto Social Empresarial’, para el que cuenta con todas aquellas personas que están buscando un empleo, sean colectivos en riesgo de exclusión o simplemente desempleados, pero también con numerosas empresas que, en su búsqueda de trabajadores, están dispuestas a asumir compromisos con la Cruz Roja Española.



Compromisos Se trata al fin de un proyecto vinculado con las ganas de colaborar de numerosas empresas que están dando respuesta a este programa, muchas de ellas auténticas líderes en distintos sectores productivos de la provincia. A fecha de hoy alrededor de 400 empresas de la provincia colaboran con el programa.




En esa nómina de empresas colaboradoras se encuentran las que podrían considerarse más vinculadas con la provincia, las más ‘almerienses’. Entre esas sociedades comprometidas están por ejemplo Cajamar Caja Rural, el Grupo Cosentino, las cooperativas CASI, Vicasol, Casur, Alhóndiga La Unión o el Grupo Caparrós. Otras se insertan en sectores activos de empleo como las empresas comerciales El Corte Inglés, Cortefiel, Alcampo o Grupo Día.




El sector de la hostelería también forma parte del selecto colectivo del Reto Social Empresarial a través de empresas como la cadena Senator Hotels&Resorts o el restaurante ejidense La Costa, así como el sector dedicado a cuidados personales Clece. El Grupo Cosentino ha asumido igualmente ese compromiso por el empleo con la Cruz Roja de Almería desde una doble faceta ya que no sólo atiende las demandas sino que participa con planes de formación de los inscritos en la lista de desempleados.



Evolución El plan de empleo de Cruz Roja nació hace ya veinte años, aunque limitado a personas en riesgo de exclusión o parados de larga duración con escasas perspectivas de reingresar en el mercado laboral, pero ahora los objetivos han evolucionado hacia colectivos más amplios, desde parados ‘normales’ a inmigrantes, mujeres, jóvenes o mayores de 45 años “que normalmente tienen más dificultades”, explican Eva Pérez y Cristina Martínez, las dos técnicas que está al frente del programa.




Posiblemente la mejor noticia del desarrollo del Reto Social Empresarial es que presenta un porcentaje de inserción muy superior al de otros planes similares, posiblemente porque las empresas “buscan cada vez más especialización a la hora de contratar y eso se consigue gracias a los programas de formación que estamos realizando, en muchos casos de acuerdo con las propias empresas que los buscan, con lo cual el grado de contratación se hace más elevado”, explican Eva y Cristina.



Formación ‘a la carta’ Uno de los secretos de la buena aceptación es la labor formativa desarrollada por la Cruz Roja, que abarca un amplio abanico de profesiones, desde camareras de piso para la hostelería a manipuladoras,  camareros, mozos de almacén y una larga lista de perfiles que buscan las empresas.


Para las empresas supone un doble beneficio: por una parte cubren sus necesidades de mano de obra con personas preparadas para los perfiles deseados, y por otro están dando cumplimiento al compromiso con la sociedad que les rodea, la ‘responsabilidad social corporativa.


Y para dar visibilidad al programa, y animar a más empresas a sumarse, esta semana Cruz Roja instaló un stand en la Plaza del Educador donde se repartían pascueros a los que compraban en los comercios del centro, que de esa forma prestaban apoyo a la iniciativa.


Sin condiciones ni limitaciones Bautizado como ‘Contrata Sin’, el programa abarca cualquier edad, desde menores de 30 años a mayores de 45; no discrimina entre hombres y mujeres, al medirlos por sus capacidades, y carece de ‘denominación de origen’, al acoger a las personas por su capacitación, no por su procedencia.


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