Las familias de Alssane y Abdoulaye Diallo, de 30 y 32 años, cumplen este lunes 47 días de larga espera en la región senegalesa de Tambacounda para recuperar sus cuerpos. Entre ellos están sus esposas y sus cuatro hijos que, como explican familiares con los que ha podido hablar este periódico, han sufrido una doble tragedia: primero la de conocer su muerte tan prematura como inesperada, y ahora la de no poder llorarlos y despedirlos como quieren.
Los dos jóvenes primos fallecieron el pasado 23 de octubre en un cortijo de Yegen, en la Alpujarra granadina, por inhalación de monóxido de carbono mientras dormían, como confirmó la autopsia.
Una vez que el juez autorizó la entrega de los cuerpos a familiares en España, pues ambos tienen hermanos que viven en Roquetas de Mar, fueron trasladados a las instalaciones de la Funeraria San José en Dalías, donde fueron embalsamados e introducidos en cámaras frigoríficas, en las que todavía se encuentran, a la espera de la repatriación a su país.
Desde entonces, una larga serie de cuestiones legales, tanto en España como en Senegal, y problemas en la identificación oficial han ido retrasando la necesaria autorización del Gobierno senegalés para repatriar los cuerpos, aunque todos estos trámites se pudieron resolver la semana pasada. No obstante, aún queda un escollo para que la familia pueda por fin ofrecer el funeral que quiere a los dos jóvenes en su país y enterrarlos en un cementerio musulmán: el dinero.
9.000 euros
Y es que trasladar los cuerpos de ambos cuesta alrededor de 9.000 euros, y de momento la familia y sus allegados en España y Senegal solo han podido reunir 2.400. Aunque el Gobierno senegalés se ha hecho cargo de repatriaciones de cadáveres, incluso desde Almería, en otras ocasiones, según la familia el Consulado está mostrando reticencias y retrasando, para ellos dolorosamente, la decisión de asumir el coste del viaje.
“Nos dijeron en el Consulado de Senegal que tenían que mandar los papeles al Ministerio de Exteriores, que al parecer sería el que tenía que tomar la decisión de hacer algo y pagar los costes, pero la verdad es que cuando ya han pasado casi 50 días nos dicen muchas cosas y de momento han hecho muy poco o nada”, se queja Alpha Souare, que ha asumido la representación de la familia y que estos días está en Senegal, intentando acelerar los trámites burocráticos para hacer posible la repatriación de los cadáveres. Alpha es marido de Binta Diallo, hermana de Alssane Diallo, uno de los fallecidos. Binta y Alpha viven y trabajan en Roquetas con su hijo.
En Roquetas de Mar también vive ahora Moussa Diallo, hermano de la otra víctima, Abdoulaye. Moussa fue quien ofreció a ambos el pasado septiembre la posibilidad de trabajar en la Alpujarra de Granada, puesto que él mismo trabajaba allí desde junio para el propietario de una finca de Yegen que cultivaba tomates y habichuelas. Los dos aceptaron y marcharon a finales de septiembre hacia Granada junto a su hermano y primo, respectivamente. Ninguno de los tres tenía su documentación en regla y por lo tanto no tenían contrato.
Este diario se ha puesto en contacto con la Embajada y el Consulado de Senegal en España, pero solo ha obtenido como respuesta que enviáramos nuestras preguntas en una carta en papel, puesto que éste es el trámite oficial. .
La funeraria, dispuesta a apoyar a la familia
Ante la incertidumbre sobre la repatriación, la propietaria de la Funeraria San José, María Dolores Gómez, ha mostrado su total colaboración con la familia y está dispuesta a mantener los cuerpos en sus instalaciones “el tiempo que haga falta”, hasta que se resuelvan los problemas. Gómez ha confirmado que la semana pasada recibió toda la documentación que faltaba por parte del Consulado de Senegal para repatriar los cuerpos, una vez que se resolvieron algunos problemas de identificación, puesto que uno de los fallecidos tenía documentación italiana. Previamente ya había recibido también la autorización del Ministerio de Sanidad español.
En caso de que finalmente no se consiguiera reunir el dinero necesario, la familia podría verse obligada a enterrar en España a los dos jóvenes. En este caso, el cementerio musulmán más cercano está en Fuengirola, puesto que en la provincia de Almería no hay ninguno.
Khalifa Touré, presidente de la Asociación de Inmigrantes de Senegal Oriental (AISO), establecida en Roquetas de Mar, ha vuelto a expresar su preocupación por la situación que padecen las familias de sus compatriotas que mueren en España, tanto por las dificultades para repatriar los cuerpos como para identificarlos, sobre todo en los casos de los fallecidos en naufragios. Tourées natural de la misma región que los dos fallecidos, Tambacounda, al Este de Senegal, que es de donde proceden, según dice, más de la mitad de los emigrantes de este país que se dirigen a Europa.
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