El traslado de los senegaleses muertos en octubre, a falta del ‘OK’ del cónsul

La repatriación de los cadáveres de Alssane y Abdoulaye Diallo, dos jóvenes senegaleses que fallecieron el pasado 23 de octubre y aún se encuentran en Almería, puede ser ya cuestión de días, pues está pendiente solo del visto bueno del Consulado de Senegal en España para hacerse cargo de los gastos del traslado, que ascienden a 9.000 euros.

Sus mujeres, hijos, padres y otros familiares cumplen este jueves 64 días esperando sus cuerpos para darles el último adiós. Han sido ellos quienes desde el primer momento se han resistido a que fueran enterrados en España. “Sus mujeres y sus cuatro hijos -cada uno de ellos tiene dos hijos en Senegal- quieren verlos y enterrarlos aquí sigue sin ser una opción”, dice Alpha Souare, portavoz de la familia, quien vive en Roquetas de Mar junto a su mujer,  Binta Diallo, que es hermana de Alssane Diallo, uno de los fallecidos, y prima de Abdoulaye.

En esta localidad del Poniente almeriense también reside Moussa Diallo, hermano de Abdoulaye, quien se encontraba con ellos en Yegen (Granada) cuando murieron en un incendio en el cortijo en que dormían por inhalación de monóxido de carbono, como reveló la autopsia.

Una vez que sus cuerpos fueron entregados a la familia, fueron trasladados hasta el tanatorio de la Funeraria San Jorge en Dalías, donde todavía se encuentran, más de dos meses después de sus muertes.

Ambos fueron embalsamados y se encuentran en cámaras frigoríficas. Problemas con la identificación de los cuerpos primero, y las dificultades de la familia y el Consulado para reunir el dinero después han ido retrasando su partida hasta hoy. María Dolores Gómez, propietaria de la funeraria, ha informado a este diario de que este mismo lunes, 23 de diciembre, recibió una llamada del Consulado de Senegal en España para pedirle la factura por el costo total del desplazamiento de los restos mortales de los dos jóvenes a su país.

A cargo de un empresario Sin embargo, aunque el pago será gestionado a través del Consulado, la factura correrá a cargo de un empresario senegalés de la región de Tambacounda, de la que proceden los fallecidos, que ha conseguido reunir el dinero, contando también con la ayuda de otras personas.

“Ya hemos emitido la factura a nombre de este empresario, que nos ha facilitado toda su documentación y sus datos bancarios, y solo estamos esperando el pago para enviar, por fin, los cadáveres a Senegal”, dice la dueña de la funeraria almeriense, quien también sigue en contacto permanente con las familias de ambos, a quienes espera dar pronto la noticia del traslado. Según dice, los trámites que restan para hacer posible la repatriación no deberían suponer más de 24 horas.

En el momento en que se haga efectivo el pago por parte del Consulado y del empresario, los cuerpos saldrán de Almería con destino al aeropuerto de Málaga. Desde allí tendrán que hacer todavía dos escalas más, en  Madrid y Casablanca, antes de tomar el vuelo que les lleve definitivamente a Senegal.

La funeraria ya cuenta con personas que se harían cargo del traslado en cada escala y de entregar los cuerpos a los familiares en Tambacounda. Una vez allí, las esposas e hijos de Alssane y Abdolulaye Diallo podrán por fin verlos para despedirse de ellos. Sus familiares no habían podido verles desde hace casi dos años, cuando los dos primos partieron rumbo a Europa en busca de una vida mejor y con la intención de traer aquí algún día a sus mujeres e hijos.

Desde Italia Los dos llegaron a Roquetas de Mar hace un año, desde Italia, donde habían conseguido alcanzar sus costas a bordo de un cayuco. Formados como agricultores en su país, empezaron a trabajar en los invernaderos del Poniente almeriense, aunque a finales del pasado septiembre aceptaron la proposición de Mousa Diallo, quien también había vivido en Roquetas, para irse  con él a Yegen, en la Alpujarra granadina, y trabajar en la recogida de tomates y habichuelas al aire libre. Sin embargo, apenas un mes después un fatídico incendio provocó su muerte mientras dormían.

Moussa, hermano de Abdoulaye, encontró sus cuerpos, junto al propietario de la finca en la que trabajaban, que fue detenido por la Guardia Civil, acusado de un delito contra los derechos de los trabajadores, aunque el Juzgado de Primera Instancia  2 de Órgiva le ha dejado en libertad con cargos.

Candidato y amigo de la familia El empresario que está dispuesto a correr a cargo de los gastos de repatriación de los cadáveres de Alssane y Abdoulaye Diallo es también un político que se presentó como candidato a la alcaldía de la región de Tambacounda en las últimas elecciones, aunque finalmente no resultó elegido, según fuentes de la  Asociación de Inmigrantes de Senegal Oriental, con sede en Roquetas de Mar. Este empresario conoce a los dos fallecidos y a sus familias.