Los tesoros del primer recinto de la Alcazaba

Decíamos ayer que la Alcazaba consta de tres recintos perfectamente delimitados: la zona ajardinada, las casas de los residentes (en ruinas) y el castillo medieval. Se accede por una cuesta, las escaleras y un portón.

Por él se llega a la Puerta de la Justicia, a través de una rampa en zigzag, protegida por la Torre de los Espejos. El nombre le viene de un juego de espejos que allí había para hacer señales luminosas a los barcos que se acercaban a la costa.

Y de ahí pasamos al primer recinto. Es el más extenso y bonito, totalmente ajardinado. En el extremo oriental está el Baluarte del Saliente, del que partía la primitiva muralla que separaba los barrios musulmanes.

Los aljibes existentes en el centro del recinto garantizaban el suministro de agua al recinto; y detrás, el lienzo de la muralla Norte. Este recinto acaba bruscamente con la muralla de la Torre de la Vela.

En la espadaña se halla la campana con la que se avisaba a la población de los movimientos de barcos, los ataques piratas y los turnos de riegos. Desde la derecha divisamos la muralla de Jay-rán, del siglo XI, y el cerro de San Cristóbal.

Curiosamente, las torres son cuadradas. Las que hay en lo más alto son posteriores y algunos se las atribuyen a los Templarios.