Patricia Ramírez sobre su apelación: “No es una venganza, queremos justicia”

Patricia Ramírez ha lanzado un comunicado este lunes para marcar la posición de la familia frente a la vista señalada el miércoles en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) para estudiar los recursos de apelación en el caso del pequeño Gabriel Cruz.

"Esto no es una venganza contra nadie, solo queremos que se haga justicia", ha dicho Ramírez en un breve comunicado publicado en su canal de Youtube. "Nosotros pedimos que se tengan en cuenta las pruebas periciales que hemos presentado dado que no están claros los hechos por los que murió Gabriel", añade.

La madre del pequeño alude a los informes elaborados por dos médicos de la familia para argumentar la existencia de un ensañamiento por parte de la acusada Ana Julia Quezada. El jurado popular escuchó a los facultativos, pero dio más credibilidad al informe forense del Instituto de Medicina Legal de Almería. De este modo, la acusada fue condenada por un asesinato con alevosía, pero sin ensañamiento.

"Para los padres y para los letrados que los representan está muy claro, en base a las definiciones que establece el Código Penal, que el delito de asesinato que cometió Ana Julia Quezada sobre nuestro hijo lo fue de ensañamiento y no solo de alevosía", indica en la madre en un comunicado.

Patricia Ramírez asegura que la versión inicial recibida por la familia apuntaba a una muerte sin sufrimiento, que supuso "un cierto alivio" dentro de la tragedia. "Un golpe y no se enteró", dice el texto. Sin embargo, la investigación reveló indicios de un crimen distinto. Según la versión de la familia, el niño agonizó entre 45 y 90 minutos y luego fue asfixiado por Quezada.

Esta versión contradice el informe oficial de los forenses, que subraya que el menor falleció por asfixia y que los dos golpes (sin fractura) en la cabeza se produjeron durante la maniobra de sofocación en la finca de Rodalquilar (Níjar) el 27 de febrero de 2018. Este relato fue estimado íntegramente por la fiscal Elena Fernández Lora y, a la postre, por unanimidad por los miembros del jurado popular.

Tanto defensa como acusación piden la repetición del juicio por entender que la magistrada Alejandra Dodero orientó al jurado hacia la calificación del delito como un asesinato con alevosía. La defensa considera que no se dio cabida a una opción distinta como el homicidio imprudente, mientras la acusación cree que hay pruebas para endurecer el fallo y condenar por alevosía y ensañamiento.

La familia del pequeño Gabriel Cruz busca garantizar el mayor número de años posibles de condena ante una posible derogación en el futuro de la prisión permanente revisable.