Factor humano y valores en la sanidad privada

Serafín Balaguer Palmero, Director Médico de la Policlínica HLA del Poniente nos responde a preguntas que ponen en entredicho la sanidad privada.

Algunos partidos han dicho expresamente que quieren liquidar la sanidad privada, como si esta fuese una amenaza para la pública.

Hablamos  de un sector que da empleo a 1.750.000 personas  (7% más que en 2018), que tiene en funcionamiento de un 52% de todos los hospitales, que ejecuta el 30% de todas las operaciones quirúrgicas, que atiende un 24% de todas las urgencias médicas, que hace funcionar a 56% de todos los equipos de Resonancia Magnética y el 47% de los PET-TAC que existen en este país, por citar solo algunas de las cifras más significativas.

Algunos partidos han dicho expresamente que hay que acabar con el mutualismo.

Las Mutualidades MUFACE, ISFAS, MUGEJU,  agrupan a casi 2 millones de funcionarios, pudiendo elegir entre Sanidad Privada o Sanidad Pública. Pues bien, el 84% de estos elige de forma voluntaria la Sanidad Privada, lo que da una idea clara del nivel de satisfacción que esta les genera. Pero es que además, al conjunto de la sociedad le sale más barato. Mientras las prima media para la Mutualidad de Funcionaros de la administración Civil del Estado (MUFACE) es de 883 € anuales por asegurado en 2018, el gasto sanitario público per cápita era de 1.224 €. ¿Se imaginan las consecuencias de enviar a estos 2 millones de funcionarios a la Sanidad Pública, en términos de aumento del gasto y de las listas de espera?

Dicen algunos partidos que las Mutuas Patronales son sector público y hay que quitarles el control a los empresarios y trabajadores.

Históricamente las mutuas de accidente de trabajo y enfermedades profesionales, han estado gestionadas por los empresarios y representantes de los trabajadores, con las cotizaciones de estos a la Seguridad Social. Se adhieren las empresas que voluntariamente quieren estar y gestionan tan eficientemente esos riesgos que tienen excedentes de miles de millones de euros que devuelven a las arcas de la Tesorería de la Seguridad Social. Pues bien, este enorme contingente de millones de trabajadores (solo una exigua minoría deciden estar en la red pública) son atendidos en los centros propios de la mutuas y en centros privados concertados, a plena satisfacción de los trabajadores. Pero, recientemente, algún gobierno dice que las Mutuas son “sector público” y dirige un proceso de progresiva intervención que deja a los empresarios, trabajadores y sector privado en una situación de indefensión.

Dicen algunos partidos que la Sanidad Privada es un negocio vergonzoso y que mueve influencias políticas para desprestigiar a la pública.

Un servidor gestiona las Policlínicas del Grupo HLA en Almería que, además de dar servicio a particulares, a funcionarios, trabajadores accidentados... pertenece a una cooperativa de médicos, llamada LAVINIA, que no reparte dividendo y que dedica todos los beneficios a reinvertir en mas clínicas, mas hospitales, mas tecnología y más personas que encuentran un empleo que les gusta y cuidan de la salud de sus semejantes, millones de personas.

Concluimos que lo que hay detrás de esas manifestaciones no es un análisis de la realidad, es un simple discurso de demagogia política.