‘El Indaliano’, una personalidad al servicio de sus paisanos

Ignacio Mañas Rodríguez es una de las personas más conocidas en Almería en el mundo del cine y de la música por su arrolladora personalidad y, sobre todo, la empatía para ayudar a los demás. Amigo de sus amigos.  

Llega contento a la entrevista.

Acabamos de registrar mi letra Enséñame a olvidar y la he escuchado con el trabajo excelente de David Miralles y Mar Venzal.

¿Cómo se las apaña para estar en todas partes y ayudando a las personas del cine y el espectáculo?

Quitando horas al sueño y a los ratos libres. La única cualidad que me atribuyo es la de captar el talento desde lejos.

Forma parte del proyecto Pantalla Verde que se celebrará en septiembre en Carboneras y que servirá para concienciar sobre la defensa del plató. Pantalla Verde lo lidera el productor Peter Beale.

La amistad con Peter, una persona generosa e inteligente comprometida con Almería, me viene tras una entrevista     que me facilitó la cantante y actriz Mar Venzal. Peter Beale es muy inglés, persona seria, y siempre dispuesta a ayudar a Carboneras y al conjunto de la provincia. Lleva muy mal la burocracia española. Jajaja.

Usted tiene muchos seguidores en redes sociales y le felicito por la promoción que hace por todo lo almeriense desde su marca El Indaliano, ¿se considera influencer?

No. Cuento con cierta credibilidad porque mi actividad comenzó siendo lúdica y se ha convertido en compromiso social con la cultura y los artistas de Almería. El Indaliano me sirve, además, para mantener amistades sólidas.

Muchos conocemos la amistad con el añorado Eduardo Fajardo.

Fue una gran amistad con un sabio del cine. Una de las frases que me dedicó: ‘a los amigos no se les busca, se les encuentra en el camino’ y acababa diciendo ‘seguiremos caminando juntos’.

Ese don por hacer amigos.

Es el poso que dejó mi padre, marchante de profesión, natural de La Mela (Sorbas), conocido popularmente por “Juan Líjar” y que fue un personaje de toda la zona de Filabres y en especial en el amplio término municipal de Lubrín y la zona de Nijar. En definitiva, mi padre tenía pastores en media provincia. Me enseñó el trabajo y el ser fiel a los amigos. Y a leer mucho dado que él aprendió en la mili que hizo en Granada y, quizá, por el tiempo perdido siempre estaba leyendo o escribiendo.

Su altruismo hace que varias personas me invitan a que le pregunte, ¿de qué vive?

Mi profesión, la que me da de comer, ha sido y es la de agente comercial.