“Tenemos moléculas químicas en casa más mortíferas que el coronavirus”

Retardantes de llamas de los muebles contienen tóxicos, según el estudio de un almeriense

El investigador almeriense habla sobre moléculas y coronavirus.
El investigador almeriense habla sobre moléculas y coronavirus. La Voz
Miguel Cabrera
07:00 • 08 mar. 2020

La exposición de las personas a un número cada vez mayor de contaminantes es una evidencia  constatada cada vez en más medida por los científicos. Entre los estudios que así lo demuestran se encuentran los realizados por el Instituto Noruego de Salud Pública, en colaboración con la Universidad de Estocolmo, en los que ha participado el investigador almeriense Juan Antonio Padilla, y que han evidenciado por primera vez la presencia en las manos de las personas de un contaminante que se usa como retardante de llama en muchos utensilios, que es muy persistente y tóxico.




Estas sustancias, las parafinas policloradas, se aplican a muebles, sillones, sofás, cortinas,  alfombras, plásticos e incluso a cables eléctricos para evitar que el fuego se extienda de forma rápida por su superficie, algo que lógicamente puede evitar muchas desgracias y salvar vidas, por lo que su uso es generalizado en la industria.




Según el estudio, que ha sido publicado recientemente por una de las más prestigiosas revistas científicas norteamericanas relacionada con el medio ambiente, ‘Enviromental Science & Technology Letters’,  se ha constatado que las parafinas policloradas no permanecen indefinidamente en los utensilios, sino que migran y son transportados por el aire absorbiéndose al polvo, de forma que se corre el peligro de que se depositen en nuestras manos y sean ingeridas.




“Al tratarse de elementos muy hidrófobos, aunque se laven las manos con jabón no se van con facilidad. Además, se ha encontrado en este estudio que la cantidad de parafinas policloradas halladas en las manos de los participantes está relacionada con el número de sofás, coches, antigüedad de sus casas e incluso el número de niños que habitan en ella”, explica Padilla.




Hasta el momento, los científicos han podido confirmar la elevada toxicidad de las parafinas policloradas  de cadena corta y su relación con el cáncer, que han sido utilizadas en el pasado con los mismos fines contra el fuego, por lo que fueron prohibidas a principios de este siglo. De ahí a que la industria decidiera pasar a utilizar parafinas policloradas de cadena media y larga, puesto que su toxicidad aún no ha sido demostrada, ya que no se han realizado estudios.




Pese a ello, los científicos sospechan que también podrían ser tóxicas. De hecho, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos y la Unión Europea están considerando ya estos productos como potenciales tóxicos que pueden provocar la muerte por diversas enfermedades.




El científico almeriense concluye asegurando que estudios como el suyo demostrarían que “tenemos moléculas químicas en casa que son más mortíferas que el coronavirus”.



En 60 casas de Oslo Juan Antonio Padilla,  director del Colegio Portomagno de Roquetas, fue el encargado de dirigir una campaña de recogida de muestras en 60 casas de Oslo para estudiar en un trabajo anterior el medio por el cual las personas que las habitaban se contaminaban por compuestos orgánicos persistentes que proceden de los utensilios que usamos en nuestra vida diaria. La investigación ahora publicada sobre los retardantes de llama se desarrolló con el mismo grupo de casas y personas de Oslo, en el que se descubrió la presencia de dichas sustancias químicas tóxicas .


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