La Policía Nacional interviene en la iglesia de Santiago durante una misa

En la mañana de este domingo, varios vehículos de la Policía Nacional han acudido hasta las puertas de la iglesia de Santiago, que se encontraban abiertas: en su interior se estaba celebrando misa con la presencia de un reducido número de fieles, a pesar del estado de alarma.

“Había 5 fieles, cada uno a dos metros de distancia”, explica en declaraciones a LA VOZ el propio párroco de Santiago, don Francisco Escámez. 

Hay que recordar que la celebración de misas se encuentra, ahora mismo, en una suerte de limbo legal tras la declaración del estado de alarma: el decreto del Gobierno de España permite “la asistencia a los lugares de culto (...) garantizando a los asistentes la posibilidad de respetar la distancia entre ellos de, al menos, un metro” y, por otra parte, el obispo de Almería, Adolfo González Montes, ordenó el cierre de las iglesias de la diócesis, si bien los sacerdotes deben seguir celebrando misa e incluso se permite que estén  “acompañados de algunos fieles muy distanciados unos de otros”.

Y así sucedía en la mañana de este domingo en Santiago, con el ‘fallo’ de que alguien dejó la puerta abierta. De esta forma, los agentes de la Policía Nacional “han llegado pensando que debían suprimir la misa”, narra el sacerdote, que también explica que, para apaciguar el conflicto, se ha determinado que los fieles se fueran de la iglesia parroquial, quedando el propio Escámez celebrando misa con solo una persona que le ayudaba.

"Nosotros mismos hemos pedido a los fieles que estén en riesgo que no vengan” a la misa que Escámez sigue celebrando, a diario y a puerta cerrada, en el interior de la iglesia de Santiago.