Asentamientos irregulares: los olvidados de la crisis sanitaria

Afrontar la crisis sanitaria que ha provocado la llegada del COVID-19 está siendo un reto enorme para todos. Lo es a nivel sanitario para atender a los enfermos y para prevenir que se siga extendiendo, pero como ocurre en cada vez que la situación se complica, los que ya contaban con una situación muy vulnerable son los que más azotados ven su vida.

Y es que más allá de la crisis sanitaria, la crisis social que lleva aparejada es tan importante como la anterior y si es algo que se nota en cualquier lugar, aún más se hace patente en esos lugares que para muchos son invisibles a pesar de que se sabe de su existencia desde hace años. Se trata de los asentamientos irregulares ubicados en diferentes puntos de la provincia de Almería, tanto a Poniente como a Levante, y que, escondidos entre invernaderos dan cobijo, según las cifras que maneja la ONG Cruz Roja, a más de 6.000 personas que son atendidas bien por esta organización como por otras como Cáritas o Almería Acoge que además, en estos días de estado de alerta, son los que están actuando de forma directa con ellos.

Explicaba en una entrevista a este periódico el coordinador provincial de Cruz Roja, Francisco Vicente, que su principal preocupación en esta crisis era precisamente estos asentamientos “de los que nadie se acuerda” y en los que “la falta de acceso a agua potable les impide llevar las medidas de higiene necesarias” por lo que, la posibilidad de que el virus llegue supone un gran peligro por el alto poder de transmisión. Además, “allí no va a ir nadie a hacerles los test”, afirma rotundo el coordinador de Cruz Roja.

Actuaciones
Desde la administración central reconocen la preocupación existente por la situación de estos asentamientos irregulares. De hecho, se ha llegado a plantear la posibilidad de que la Unidad Militar de Emergencias (UME) hubiera actuado en ellos, pero de momento, se está a la espera de que se tome una decisión general para todo este tipo de poblados. Y es que hay que tener en cuenta que Almería no es la única provincia que cuenta con esta situación, sino que, es algo que se repite sobre todo en las que hay una importante actividad agrícola.

De momento la situación parece estar controlada al no haberse producido ningún caso, pero el miedo a que llegue el primero está presente ante la poca capacidad de respuesta con la que cuentan más allá de la comida o los materiales de higiene que se les está procurando desde Cruz Roja y Cáritas.

A pesar de la situación de emergencia, falta que alguien dé un paso al frente y se intervenga de alguna manera en estos asentamientos para también parar el virus allí.