El virus cuestiona la capacidad para aislar y proteger a los inmigrantes

El Defensor del Pueblo solicitó a mediados del mes de marzo el cierre de los centros de internamiento de extranjeros ante el riesgo de un contagio masivo de coronavirus. Francisco Fernández Marugán se sumó a las voces de asociaciones no gubernamentales críticas con la gestión de extranjería en plena crisis sanitaria y alertaba de la paradoja de mantener retenidas a personas para su expulsión cuando, en la práctica, no es posible por el cierre de fronteras (y la conocida falta de acuerdos con países terceros).

Las quejas del tercer sector ponen de relieve la dificultad de conciliar el confinamiento con los trámites del sistema de extranjería tal y como está configurado en la actualidad. El Defensor del Pueblo pedía específicamente la puesta en libertad “en condiciones que permitan dar cumplimiento a las medidas decretadas en el estado de alarma para todos los ciudadanos”.

En Almería se ha producido la llegada aproximadamente la llegada de una decena de pateras desde la activación del estado de alarma. La última que ha trascendido arribó la tarde del lunes al Muelle de Poniente con 79 ciudadanos subsaharianos a bordo, entre ellos 16 mujeres y cuatro niños.

Pateras
Las cifras están muy alejadas de las registradas hace dos años, pero el contexto plantea las dificultades para la custodia y la protección de los migrantes, como han denunciado entidades como la Asociación de Abogados Extranjeristas.

Los inmigrantes que no terminan en los CIEs, sin posibilidad de repatriación, acaban en manos de las ONGs, a los que se deriva no solo la labor humanitaria habitual sino ahora también la protección y el aislamiento frente al coronavirus.

Un comunicado conjunto de Almería Acoge, Fundación Cepaim y Fundación Sevilla Acoge pedía hace unos días una intervención inmediata para la protección de las personas sin hogar y menciona específicamente la situación de la población migrante en asentamientos.

“No, las personas que habitan en asentamientos no son las responsables de este virus”, indicaba el texto. “Estamos acostumbrados a culpabilizar a los migrantes de todos nuestros males, pero ante esta situación, una vez más son las víctimas, mal viven en condiciones inhumanas a la vez que continúan trabajando en las explotaciones agrarias jugándose sus vidas para que los alimentos de primera necesidad sigan llegando a nuestros supermercados en esta crisis”.

Por otra parte, la Unión Federal de la Policía (UFP) presentó ayer un escrito en la Subdelegación del Gobierno en Almería para reiterar la necesidad de proteger a los policías nacionales y cita la patera del martes. “La vía de la expulsión no está en estos momentos operativa por el cierre de fronteras”, reitera la UFP.

El sindicato pedía información concreta sobre las medidas adoptadas por Interior en materia de recepción de pateras e instrucciones para actuar en este contexto de pandemia.