Mónica Pérez es licenciada en Psicología por la Universidad de Almería y máster en Psicología Clínica Infantojuvenil por el Instituto Superior de Estudios Psicológicos de Barcelona. A sus 40 años, trabaja como comercial en Plásticos Collado y es voluntaria de la Cruz Roja, donde colabora como especialista en el servicio de atención social a personas sin recursos, en el que “estos días se cae la centralita”. Nacida en Almería, es soltera. “Estoy deseando volver a trabajar, pero eso de hacerlo por las tardes no lo veo claro… creo que me estoy adaptando muy bien a mi misma, me está viniendo bien eso de pasar el tiempo conmigo”, reconoce.
¿A qué personas están atendiendo ahora?
Hay de todo tipo, ha ido variando todo. Modificamos el protocolo cada semana, porque el perfil va cambiando, ya no es solo del personas en riesgo de exclusión. A principios de mes, cuando llegaron todos los recibos, cambió el perfil de forma brutal, a gente que tenía su trabajo, que están en un ERTE y aún no ha cobrado el paro, personas que necesitan una ayuda puntual para sobrellevar esto. Han aumentado muchísimo. Cruz Roja ha atendido en este primer mes a 11.000 personas, con casi 5.000 llamadas a mayores, 773 familias con tarjetas de supermercado, más de 330 atenciones a personas sin hogar y 918 a la infancia.
¿Hay una mayoría extranjera o española?
Antes era extranjera, pero ahora con el covid, hay mayoría española, lo que pasa es que a los españoles les cuesta más pedir ayuda y vienen cuando ya están muy mal.
Las administraciones también les envían a personas necesitadas?
Ahora los servicios sociales municipales nos derivan bastantes, porque nos han dado dinero de la donación del jeque del Almería, que especificó cómo repartirlo, y ha dado una parte a intervención social de la Cruz Roja.
¿Qué ayudas económicas ofrecen para estas personas?
Entregamos cheques para comprar en Super Eco y en Carrefour.
¿Se reparten los mismos productos de siempre?
Se ha incrementado el reparto de medicamentos, a través de farmacias concertadas. El otro día vino un hombre que tiene a su mujer embarazada de siete meses y que llevaba un mes sin tomar ácido fólico, que no vale nada; decía que tenían otras prioridades. La gente se está quitando de esas cosas y también las estamos dando.
¿La ayuda a los asentamientos de chabolas se mantiene igual?
Hay compañeros con kit de alimentos y los van llevando, eso se ha hecho siempre. Con las condiciones sanitarias que hay allí, las cosas han empeorado ahora. Cruz Roja siempre ha estado allí pero ahora tienen que estar más. Se han hecho casi 2.000 atenciones en este mes. La mayoría trabajaban sin estar de alta y no tienen ninguna ayuda. Eso es lo que está pasando también a mucha gente que trabajaba en ‘b’, que se han quedado sin recursos y no tienen manera de solicitar ayudas.
¿Cuál es el la situación entre los voluntarios?
Hay muchas medidas, primero se nos dio una charla de prevención, nos cuidan mucho. Aparte nos llaman para ver cómo estamos, cómo nos sentimos. Hasta ahora, que yo sepa, ningún voluntario se ha contagiado.
¿Con qué equipos de protección trabajan?
Tenemos mascarillas, guantes, gel, y desinfectamos nuestros puestos con un espray con lejía y agua. Aunque vienen limpiadoras, les damos otra vez. Los equipos están en función del puesto. Yo no suelo usar mascarillas, salvo cuando hablo con un usuario.
¿Se reconoce más ahora su trabajo?
Sí que se nota, hay gente que se emociona cuando habla con nosotros, es un sentimiento raro por la situación, pero el saber que esa persona está recibiendo algo y te da la gracias, también te emociona, aunque no hacemos nada del otro mundo.
¿Cómo ven la salida de esta crisis las personas a las que atienden?
La mayoría de la gente vive al día, cuando los llamas para ver lo que necesitan te hablan solo del ahora.
¿Y usted?
No tengo prisa, veo lejano volver a la normalidad absoluta, como lo llamamos nosotros, pero hay que pasarlo y hay que pasarlo. Todos tenemos la incertidumbre de cómo va a ser el día después, eso no lo sabemos.
¿Cree que la gestión de la crisis ha sido correcta?
Esto es algo que no se esperaba, por mucho que se dijera que estaba en China. Se ha actuado un poco tarde, aunque creo que esto le viene grande a todo tipo de gobierno. Además, este no era el mejor momento para un gobierno de coalición. Son medidas sobre la marcha, porque es nuevo para todos. De todas formas, como está el tema de la política, tanto por un lado como por otro, no me gusta un pelo, vi la sesión de control y me parece un circo.
¿Cómo le ha cogido el confinamiento?
Vivo sola, lo primero que voy a hacer cuando me dejen salir es estar con gente, me apetece mucho sobre todo ir con mis padres.
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