Este verano será “muy probable” que se pueda ir a la playa. Así lo decía ayer el vicepresidente de la Junta de Andalucía y consejero de Turismo, Juan Marín, tratando de ser muy cauto con las condiciones en las que se podrá realizar.
Explicaba así a preguntas de los periodistas que recoge Europa Press, que estas condiciones dependerán de la evolución de la pandemia y según los criterios que determine el Gobierno central. “Ojalá pero no tenemos una bola de cristal”, apuntó.
Marín aseguró que hay que seguir las recomendaciones de los expertos y de las autoridades sanitarias tanto “en Andalucía como en cualquier lugar del mundo” y quiere esperar para saber qué decisiones se podrán tomar.
“Playas tenemos en todas las geografías y tendrán que ser los mismos criterios para todas. He visto imágenes de ciencia ficción. Quedan semanas para ello y cuando tengamos la información se trasladarán las decisiones”, señaló. Hay que tener en cuenta que desde la administración autonómica ya se anunció la pasada semana que “se empezarán a tomar decisiones” sobre cómo será el turismo y las estancias en las playas andaluzas “cuando sepamos en qué situación vamos a estar antes de que lleguen esos meses”.
Sea como sea, lo cierto es que parece claro que la forma de ir a la playa este verano va a ser diferente a la de años anteriores aunque todo está ahora mismo sumergido dentro de un mar de dudas.
Hace unos días era la ministra de Turismo, Reyes Maroto, hablaba de poder ir pero manteniendo el distanciamiento y la posibilidad de que se acuda con mascarillas. Para mantener este distanciamiento será necesario contar con una regulación de los aforos , algo que no terminan de ver algunos responsables administrativos ya que, si ya de por sí parece difícil el control del número de personas que bajen a la arena, más aún lo parece el controlar las colas de espera para poder acceder.
De momento los ayuntamientos con costa están en un impás con muchas dudas ya que no saben si los planes de playa que han preparado y presentado ante la administración autonómica podrán realizarse, si habrá que modificarlos, y en muchos casos, tienen que decidir si siguen adelante o no con las tramitaciones administrativas.
Control
Además, el otro problema existente son aquellas playas que no son urbanas y por tanto, no cuentan con un control directo por parte de los ayuntamientos, o bien, en litorales como el almeriense la presencia de multitud de pequeñas calas de difícil acceso o de acceso desde el mar, cuyo control de aforos es prácticamente imposible por la inaccesibilidad.
Lo cierto es que ante todas estas dudas, provocadas por el desconocimiento primero de la posible evolución de la pandemia, y por otro, de los planes del Gobierno como mando único para el desconfinamiento y las medidas que haya que tomar para ir volviendo a la ‘nueva normalidad’, los ayuntamientos tienen que ir tomando decisiones ante la llegada del verano.
Por ejemplo, el Ayuntamiento de Almería ha decidido seguir adelante con las contrataciones “como si las playas las fuésemos a poner en marcha el mes de mayo con toda normalidad. Si después hay que hacer algún cambio, estaremos a tiempo de hacerlo”, explicaba el concejal de Promoción de la Ciudad, Carlos Sánchez.
De momento, el Consistorio capitalino ya tiene adjudicado el contrato del análisis de arenas y duchas, de hecho incluso hay algunas duchas que ya han sido arregladas y que se puede comprobar en el paseo marítimo.
También se ha adjudicado el contrato de balizamiento para diferenciar los diferentes espacios de la costa, así como la inspección de elementos de playas y la auditoría y consultoría para la consecución de la Q de calidad.
Pendiente
Lo que está pendiente de adjudicarse es, por un lado el contrato de salvamento y socorrismo, que explica Sánchez que “se ha requerido un informe al Vortaz ya que una de las dos ofertas que han llegado lo ha hecho en papel asegurando que el último día de la licitación no funcionaba y necesitamos comprobarlo para determinar si se admiten las dos propuestas o no, y seguir con el procedimiento administrativo”. A esto se le suma la adjudicacion del contrato para la zona de sombras que “posiblemente se adjudique la próxima semana” y el contrato de instalación, mantenimiento y retirada de estas zonas que está aún en licitación”.
Hay que tener en cuenta que, a pesar de que se ha diversificado mucho en los últimos tiempos, el turismo que llega hasta la provincia de Almería y sobre todo su capital, es un turismo de sol y playa en su mayoría llegados desde otros puntos de la geografía española. Lo que vaya a pasar con las playas parece que será un punto importantísimo para la toma de decisiones en una época complicadísima. Eso siempre teniendo en cuenta que en esta desescalada haya posibilidad de que haya algún tipo de turismo.
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