No tener que desplazarse a los centros de trabajo, ni llevar a los niños a los centros educativos, ni invertir parte de las primeras horas de las mañanas en arreglarnos para ir a trabajar ha supuesto un cambio de horarios en la vida de la gran mayoría de los almerienses cuya actividad no está incluida dentro de las determinadas como esenciales.
Este cambio de horarios que era algo previsible, se demuestra con los datos que maneja la empresa concesionaria del servicio de suministro de agua en la capital almeriense, Aqualia, que durante estos cuarenta días de confinamiento ha detectado una reducción de entre el 10 y el 12 por ciento del consumo de agua, pero también, un cambio en las horas punta de estos consumos.
Así, explican desde la empresa concesionaria que antes los consumos empezaban a aumentar entre las 6.30 y las 7.00 horas de la mañana, y ahora ese aumento no es tan acusado en tan poco espacio de tiempo retrasándose además al período comprendido entre las 8.00 y las 9.00 horas.
Pero no solo este cambio de hábitos se nota a la hora en la que arrancamos el día, sino que, al madrugar menos también trasnochamos más. Así, los consumos de agua, según Aqualia, caían de forma rápida a partir de las 23.00 horas antes del confinamiento, y ahora también se han retrasado hasta más allá de media noche.
Y es que estar en casa todo el día, salvo las compras, ya sea teletrabajando o no, inevitablemente ha supuesto un cambio de hábitos en los almerienses.
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