La lección de Adela: cómo superar el coronavirus tras un trasplante de pulmón

Ha pasado 29 días ingresada en Torrecárdenas, librándose cada uno de ellos de ser trasladada desde la planta hasta la UCI. También librándose del aburrimiento perpetuo en las noches de aislamiento. Y todo lo ha hecho siempre con el mejor humor y la mayor dosis de optimismo. Adela Ruiz, la almeriense de 55 años que ha superado el coronavirus a pesar de contar con el pulmón derecho trasplantado y el izquierdo pendiente de 'sustitución' por otro nuevo debido a la fibrosis , ha dado una lección al mundo.

Lo ha conseguido: ha dado negativo en coronavirus en sus dos últimas pruebas. Lo consiguió, cuenta satisfecha desde su cuarentena domiciliaria, el pasado viernes, 24 de abril, cuando puso fin a su estancia en el Hospital Universitario Torrecárdenas, de donde fue despedida con aplausos y palabras de ánimo por decenas de sanitarios. Los mismos que han compartido con ella 29 días de encierro y sufrimiento, los que le han dado su mano en cada paso que le ha obligado a dar la enfermedad que mantiene en pánico a todo el mundo. Esta enfermedad a la que ella ha contenido, sin que fuera un muro para ello su pulmón trasplantado desde 2013 y el otro que está pendiente de que pase todo para sumar un nuevo trasplante.

Todo comenzó, lo recuerda al dedillo, un 17 de marzo. Tres días después de que el Gobierno decretase el estado de alarma, en su domicilio saltaban las alarmas: su marido tenía 39 de fiebre, "muchos mocos" y la misma tos; ella padecía sus habituales problemas de pulmón y, para colmo, en la casa también estaban su yerno y su hija, embarazada de una niña que prácticamente pedía salir. "Nadie nos daba una respuesta y pasamos varios días de verdadero miedo, porque solo nos decían que se aislara y nadie venía a hacerle la prueba. Se aisló y, a los 10 días o así, comencé yo a notarme mal, que me costaba respirar más de la cuenta, y seguía sin venir nadie a hacernos la prueba. Fue cuando mi médica me dijo, por teléfono: Adela, tira rápido para Torrecárdenas. Y me subí", cuenta esta vecina del centro histórico.

A pesar de que desde el 21 de diciembre de 2013 cuenta con un trasplante de pulmón (el derecho) y de que el 'suyo' (el izquierdo) no funciona también como debería, Adela no sintió nunca miedo por ella. "No solo puedo pensar mucho en todo eso para no comerme la cabeza, soy una persona muy positiva para todo y nunca pensaba que podía caer. Cuando me puse mala ni pensaba yo en el virus. No sé ni cómo lo hago, la verdad. Yo soy así y no quiero darle mucha importancia, porque no es bueno pensar en cosas tan malas", cuenta con la tranquilidad de quien convierte el optimismo y el amor a sus seres queridos en las fuerzas necesarias para aferrarse a la vida.

Y lo logró. Desde este viernes ya está en su domicilio, en pleno centro histórico de la capital, aislada pero libre de coronavirus. Y, a pesar de su recuperación, hay algo que le pesa como una losa desde que ingresó en Torrecárdenas. Su hija dio a luz y no ha podido abrazar aún a su nieta. "Es algo duro, pero es necesario. Ya pasamos bastante cuando se puso de parto y, viendo la situación que había en mi casa, les hicieron el test de coronavirus. Dio negativo a las 2 de la mañana y los gritos de alegría se sintieron en todo Torrecárdenas. ¡Y la niña también dio negativo!", recuerda Adela Ruiz, quien vio a su nieta por primera vez a través de una videollamada de la matrona.

La emoción de toda la historia quedó patente en un vídeo que el Hospital Universitario Torrécardenas publicó en sus redes sociales y en el que los sanitarios se despiden de esta heroína. Ella, solo tiene palabras de agradecimiento "Estoy muy agradecida a todos los trabajadores que han estado conmigo, porque todos se han portado super bien. Hay mucho miedo, pero ellos están ahí y si no los tuviéramos, yo no sé que sería de nosotros".