Vuelven el sol, los niños y la alegría

Eran las 9 de la mañana y en el Paseo Marítimo de la capital los trabajadores de limpieza se esforzaban para que miles de almerienses pudieran disfrutar del domingo en las mejores condiciones de seguridad. Un silencio que poco a poco se iba a ir rompiendo. Los niños ganaron protagonismo. Conforme avanzaba la mañana cada vez apretaba más el viento de Poniente, que agitaba el mar, pero nada impedía que los más pequeños de la casa pudieran disfrutar de un domingo en la calle. Solo una hora, pero suficiente para pasarlo bien, romper la rutina y sacar una sonrisa a los padres.

A media mañana paseaban por la arena de El Palmeral Álex, de 9 años, Nicole, de 6 y la mamá, Neli. Pala en mano, Álex se lo pasó en grande con la arena y retirando medusas de la orilla. "¡Hay muchísimas!", comentó a sus familiares. Junto al parking de la playa corrían junto a las palmeras Mikel (5), y Alicia. "Nos lo estamos pasando genial. Hacemos un poco de ejercicio". Posaron para LA VOZ junto a Las Barquillas. Con el patinete, y más feliz que nunca, la pequeña Blanca. Con solo tres años se le quedaba corto el Paseo Marítimo, y junto a su madre, Elena, pasaron una hora espectacular.

Avanzando hacia San Miguel, en la arena trataban de salir de la monotonía Rafael Antonio (1), Josep (3), y Violeta. Cargados con cubos, pelotas, y un carrito para guardar todo el material, los niños eran los más felices del lugar. Ni el viento podía romper una gran mañana. 

Del Paseo Marítimo al Recinto Ferial. Fueron Sergio de solo 14 meses, y su mamá, Laura, quienes dieron el pistoletazo de salida a la nueva medida del Gobierno. "El niño ha aprendido a andar en casa durante la cuarentena. Ahora mira qué bien se lo pasa", apuntó Laura. Y tanto. Mientras, María del Mar (4), Alejandro (7), y Beatriz, apostaron por el patinete y los patines para pasar la mañana. En la parte baja de la Feria, Gabri, de 5 años, daba patadas al balón junto a su padre. Esther y María, de un año, tampoco paraban.

Samuel (6), Darío (4), y Matías acudieron con los juguetes para dar un paseo por el Recinto Ferial. Conforme avanzaba el día, más familias iban llegando para aprovechar una medida que tuvo muy buena acogida en Almería, y es que han vuelto los niños, el sol y la alegría a las calles.