"Indignación. Estupor. Cabreo generalizado. Sensación de que nos llevan al matadero". Así define el presidente de los hosteleros de Almería, Diego García, la sensación que ha quedado en el sector hostelero en la provincia de Almería el anuncio de las diferentes fases de la desescalada y sobre todo, la posibilidad de que abran sus puertas aquellos que tengan terraza con solo el 30 por ciento del aforo de estos veladores. Y es que hace cuentas el presidente de los hosteleros y no le salen. "La media de los negocios es contar con unas diez mesas, si tenemos que abrir para atender a tres mesas no nos da ni para pagar el agua" y afirma rotundo: "esto lo ha creado alguien que odia la hostelería".
Se están planteando las patronales de toda España "un cierre generalizado" porque "nadie quiere abrir en esas condiciones" y menos cuando aún "no han explicado nada de los ERTEs" una vez que abrieran sus puertas temiendo que "esta sea una forma de poder dejar de pagar los ERTEs y que todo recaiga sobre el pequeño empresario, lo que nos llevaría casi al 80% al cierre".
A esto le suma Diego García las dudas ante las medidas que tienen que cumplir, de hecho explica que "se está trabajando a nivel nacional con el Instituto de Calidad Turística de España (ICTE) y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) en la creación de una guía de actuación para toda España que no se concluirá hasta dentro de unas semanas, y se pretende que abramos las puertas sin ni siquiera contar con ella" porque "no se ha consultado al sector en ningún momento".
Recuerda el presidente de los hosteleros almerienses que "siempre se había hablado de reducir un 30% el aforo, de guardar la separación de las mesas, pero nunca que esta reducción fuera del 70% y solamente en la terraza" y si algo tiene claro, es que "ningún bar de Almería capital podría abrir sus puertas en estas circunstancias".
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