Están con la persiana bajada. Muchos tienen empleados a su cargo y la mayoría tiene que pagar el alquiler del local. La situación es, para otros, algo mejor porque no han cesado su actividad. No obstante, se ven en la necesidad de dar un paso firme hacia la digitalización de sus negocios. “Es el futuro y la venta ‘on line’ ha llegado para quedarse”, dicen.
Ellos son cientos, pero lejos de cifras, tienen nombres y apellidos. Son Ramón Rodríguez, de la cafetería ‘La Chumbera’; Ana Soriano, que dirige una academia de danza en El Zapillo, además de presidir la Asociación de Comerciantes del barrio; Antonio Cano de frutería ‘Cano’ en el Mercado Central; María del Mar Robles de ‘Bolsos Carlos’, en pleno centro de la ciudad o Isabel Guirao, gerente de ‘A Toda Vela’ y que ve en las nuevas tecnologías un apoyo para poder, de alguna manera, seguir en contacto con las familias de los usuarios del centro. Y es que, si bien las asociaciones del Tercer Sector no son empresas propiamente dichas, “se gestionan como si lo fueran”, dice.
Pocas certezas y muchas dudas. Así viven estos días los pequeños empresarios, comerciantes, autónomos, hosteleros, que estudian cada orden ministerial, cada oferta de ayuda que publican las administraciones públicas y que, si bien saben que estas subvenciones y ayudas no les van a solucionar al cien por cien sus problemas, sí sienten cerca el apoyo de su Ayuntamiento.
“Al menos, no me siento olvidado”, afirma Ramón Rodríguez, de ‘La Chumbera’, que agradece las medidas puestas en marcha, como los aplazamientos de pagos; la devolución de las tasas por ocupación del dominio publico correspondiente a los meses en los que la actividad no se lleve a cabo; la puesta en marcha de una Oficina Virtual de asesoramiento a empresas, comercios y autónomos en colaboración con Asempal; los cursos y talleres que, de forma gratuita, se han puesto en marcha para favorecer la transformación digital de sus negocios o la ayuda extraordinaria de un millón de euros que muchos autónomos, comerciantes y hosteleros, además de pymes, estudian estos días en la web almeriaciudad.es para solicitarla en cuanto se abra el plaz .
Mover el negocio “Sabemos que con 200 euros no se vuelve a levantar la persiana de un negocio, pero con ayudas como las del Ayuntamiento o Diputación, podemos ir pagando cuentas”, reconoce el propietario de ‘La Chumbera’ que, con tres empleados a su cargo, se ha apuntado en el taller de Marketing que ofrece el Ayuntamiento . ”Tenemos, como sea, que mover un poco el negocio”, asegura Rodríguez.
Los 14 talleres que ofrece gratuitamente el Ayuntamiento, a través de la empresa Innovación Humana Consultores, han visto ocupadas en tiempo récord 879 plazas, confirma el concejal de Economía y Función Pública, Juanjo Alonso, quien adelanta una segunda edición de aquellos talleres que hayan tenido más demanda.
“En cuanto me llegó la información sobre los talleres telemáticos, me apunté. Y me he apuntado a cinco. A todo lo que tiene que ver con el comercio 'online'. He hecho el primero de los cursos sobre firma digital y estas próximas semanas me iré formando con la venta por Internet”, afirma María del Mar Robles Rodríguez, de 'Bolsos Carlos', que ve en internet “una solución que no es sólo para ahora, sino que ha llegado para quedarse”.
Como ella, son muchos los autónomos, comerciantes y pequeños empresarios, además de gerentes de asociaciones, como las del tercer sector, los que han reservado casi un millar de plazas en alguno de los talleres que, en el marco del 'Plan re-activa20' ha puesto en marcha el Ayuntamiento. Con el objetivo de fomentar la transformación digital de sus negocios, la medida, calificada como “necesaria, muy útil y práctica” por los alumnos, es sólo una de las varias que el 'Plan re-activa' impulsa de cara a frenar la fuerte crisis que el covid-19 está provocando en la economía almeriense.
Un millón de euros La condonación de la mitad de la deuda de los arrendatarios de los locales propiedad de la empresa municipal 'Almería XXI' es otra de las medidas anunciadas por el alcalde . Casi una decena de locales se ha acogido ya, entre ellos varios autónomos instalados en los barrios de La Goleta y Vega de Acá. Academias de idiomas, centros de danza, establecimientos de restauración y guarderías son algunos de estos negocios que verán reducido el precio del alquiler a la mitad.
Ellos, al igual que los hosteleros, los comerciantes cuyas ventas no son consideradas esenciales, y pequeños empresarios con locales que dan vida a la ciudad podrán acogerse también a la ayuda que pretende entregar un millón de euros a fondo perdido entre los solicitantes que cumplan determinados requisitos, como tener domicilio fiscal y local comercial en el término municipal y que hayan cerrado a raíz de la declaración del estado de alarma. Está previsto que la ayuda básica mínima sea de 200 euros y la cuantía dependerá del número de solicitudes, así como de los trabajadores que tuvieran a cargo antes del 1 de marzo. Una ayuda de emergencia que también estudia ya María del Mar Robles, comerciante asociada a Almería Centro.
Reconoce que “toda ayuda viene bien” y, al igual que ella, son muchos los comerciantes de las asociaciones de Almería Centro, Retamar, El Alquián, Nueva Andalucía y El Zapillo que están a la espera de que se abra el plazo para presentar las solicitudes.
Las asociaciones de comerciantes, al igual que ASHAL, asociación de hosteleros de Almería, se están convirtiendo en vehículo oficial y ágil para que toda la información sobre ayudas llegue a los asociados, pero también a quienes, en la misma situación, no lo son. Así lo asegura Ana Soriano, de la asociación de comerciantes de El Zapillo, una de las asociaciones más jóvenes y que ve cómo el tejido comercial del barrio se está resintiendo. No obstante, y gracias, en parte a que el Ayuntamiento ha multiplicado por cuatro, la subvención anual a estas entidades, seguirán adelante “para ayudar a los comercios y pequeños negocios con equipos de protección individual, asesoramiento, campañas y lo que haga falta”, enumera.
Y ya son más de 100 los comerciantes que se han sumado a la página web almeriaadomicilio.es, una iniciativa municipal que pretende servir de escaparate virtual a los comercios con servicio a domicilio. La idea es encontrar a golpe de clic el producto o el comercio que buscas, encargar lo que se quiere comprar, abonarlo y recibirlo en casa.
De ahí que posicionar los productos 'online' sea una apuesta sugerente de cara a recibir formación. Los talleres que ofrece el Ayuntamiento permiten fortalecer el tejido empresarial y comercial de la ciudad, “de modo que los empresarios y autónomos no se vean abocados a destruir empleo, sino que se aprovechen de las nuevas tecnologías para mantener su trabajo y llegar a más gente a través de la venta 'online”. Así ha pensado Luisa De Santos Capulino, empleada de 'Óptica Santa Rita', que se forma en el curso 'Uso estratégico de las redes sociales enfocado a las ventas'.
A su juicio, las iniciativas del Consistorio están “muy bien” porque permiten formarse de manera telemática e incorporar información y usos fundamentales en estos tiempos. Y eso que la óptica sigue trabajando (con cita previa y para casos de urgencia), “pero el futuro está también en la información y el comercio en internet”, dice.
Tercer sector Las nuevas tecnologías permiten, además, incorporar el trabajo en comunidad. Esto lo sabe bien Isabel Guirao, gerente de la asociación 'A Toda Vela', que se ha apuntado a seis de los talleres ofrecidos por el Ayuntamiento. “Es verdad que no somos empresarios, pero como gestores de una asociación del tercer sector, resulta fundamental estar al día en nuevas tecnologías. Y es que, de alguna forma, asociaciones como A Toda Vela se gestionan como pequeñas empresas”, asegura.
De ahí que no dudase en apuntarse a una iniciativa “muy interesante” para todos. “Estoy inmersa en dos semanas de formación intensiva” porque los gestores, además de aprender, tenemos después la obligación de trasladar esa información a las familias de los usuarios a los que atendemos”, explica.
En un ambiente de pocas certezas y muchas incertidumbres contar con un Ayuntamiento “que se nota que está trabajando” supone mucho. Quien así habla es Luisa De Santos, que agradece el esfuerzo. “Será poco o cada empresario lo notará de una manera u otra, pero una ayuda siempre es una ayuda y es bienvenida”, sentencia.
Mercado de abastos virtual Quienes están inmersos en un curso específico para ellos son una treintena de comerciantes que tienen su puesto en alguno de los mercados de abastos municipales. El programa de talleres ideó uno concreto para ellos dadas las especiales características de este comercio, más acostumbrado a una relación directa con el cliente que a la venta 'on line'.
El taller 'Puestos de mercado de abastos: crea y vende por Internet' es un curso distinto a los demás. Consta de doce horas (presenciales a través de videollamada) y 20 horas más de tutorización, lo que va a permitir a los comerciantes del Mercado Central o de cualquier otro mercado municipal acceder a las herramientas oportunas para posicionarse y ofrecer sus productos en Internet.
La tutorización que completa estas doce horas teóricas es la clave. Y así lo ve María del Rocío Gómez, de 'Frutas Gómez' en el mercado de Los Ángeles. “La iniciativa es muy chula y se completa con el escaparate virtual. Antes vendíamos a domicilio pero ahora la magnitud de esas ventas es muy diferente”. Marina Suárez, de Pescadería Eloy, también en Los Ángeles ve “futuro en el comercio 'on line”. Con 26 años, las redes sociales están muy presentes en su vida y, si bien reconoce que en un negocio como el suyo, el trato cara a cara es fundamental, “hay que buscar fórmulas, con valoraciones, por ejemplo, para que se venda también a través de las nuevas tecnologías”.
Como ellas, participa en el curso María Luz Colomina, empleada del puesto 'La Deliciosa', en el Mercado Central. “Se ha vendido a domicilio toda la vida, pero ahora a más gente y de forma más centralizada”, reconoce. Para ella, el taller que cursan es “ágil y funciona muy bien”. Ahora queda el día después. Día en el que ya piensa Antonio Cano, de 'Frutería Antonio Cano', en el Mercado Central. Informático de formación, sabe bien qué es vender por whatsapp o hacer un facebook live para enseñar el género. Ahora, con formación y el impulso dado desde el Ayuntamiento, él y sus compañeros están llegando no sólo a los clientes más jóvenes, sino que se han incorporado a las nuevas tecnologías familias cuyos miembros tienen ya edades avanzadas.
La idea es que, una vez finalice el curso del comercio de mercados de abastos, los participantes hayan logrado crear con éxito un puesto de mercado virtual, en el que cualquier persona, a través de Internet, pueda acceder a los productos, verlos, elegirlos, comprarlos y después recibirlos en su casa. Una apuesta de formación y empleo que va más allá de esta crisis sanitaria y que permitirá a los mercados de abastos tener una visibilidad muy ampliada y llegar a un número más elevado de posibles compradores..
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