Las playas ‘se preparan’ para abrir

La posible apertura de las playas el 25 de mayo, si es que el Gobierno central decide acceder a la petición de la Junta de Andalucía de adelantar su puesta en marcha en la fase dos de la desescalada en vez de en la fase tres, que si todo va bien y no hay un complicaciones por un incremento de afectados por la pandemia llegaría el 8 de junio, ha revolucionado a los servicios de playas de los diferentes ayuntamientos de la provincia ante la posibilidad de que pueda ser una realidad.

Actualmente ninguno de los planes de playas de los diferentes municipios costeros se han aprobado por parte de la Consejería de  Agricultura y Medio Ambiente, de hecho, en su mayoría se han quedado a la mitad del camino en su tramitación a causa precisamente de la llegada del coronavirus y por tanto, la suspensión de todos los plazos administrativos.

Se abran el 25 de mayo o el 8 de junio, lo cierto es que no hay tiempo para la aprobación de dichos planes y queda por determinar si se prorrogan los planes que contaban con el visto bueno el pasado año 2019 o si se decide dar luz verde a los que están a medio tramitar. Trabajando en dar respuesta se encuentra ya la Delegación provincial de forma que se los diferentes municipios puedan seguir preparando una reapertura que la administración autonómica quiere realizar de forma coordinada y para la que se ha anunciado una reunión con los 61 alcaldes del litoral andaluz para explicarles  los planes con los que cuentan para esta apertura esta semana.

Hay que tener en cuenta que ya el pasado martes era Elías Bendodo, portavoz del Gobierno andaluz, el que explicaba que la intención de la  Junta es intentar esta apertura el 25 de mayo, siempre que se consiga el visto bueno del mando único del Gobierno.

Medidas
Como condiciones establecía que  esta apertura de las playas para el baño se llevaría a cabo con todas las medidas de seguridad, como son guardar la distancia de dos metros, establecer puntos de acceso para controlar el aforo, señalar vías de entrada y salida siempre que sea posible, cribando la arena cada mañana, con horarios de apertura y cierre y retirando las colchonetas de uso colectivo en las hamacas prefiriendo las toallas personales.

Y precisamente una de las dudas que de momento parece que está sobre la mesa es la posibilidad o no de que el coronavirus se pueda transmitir a través del agua del mar o el agua de las piscinas. Una situación que también debe marcar en gran medida la puesta en marcha de las playas no solo andaluzas.

Estudio
Precisamente para acabar con estas dudas desde el Instituto de Calidad Turística de España (ICTE) se ha encargado un estudio que va a elaborar el CSIC para determinar las posibilidades de transmisión.

La información que se desprenda del estudio será presentada ante el Ministerio de Sanidad junto al resto de las especificidades técnicas y permitirá tener claridad para definir las medidas que se deberán tomar en playas, arenales, balnearios y piscinas si fuera necesario, así como los métodos de desinfección. 

Hay que tener en cuenta que de lo que diga el estudio se tendrán que tomar las decisiones tanto por parte de los ayuntamientos costeros para las playas como todo el sector hotelero que cuenta con piscinas exteriores e interiores, así como con spá o los balnearios. Además, estos resultados se trasladarán a los protocolos que se siguen elaborando por parte de los diferentes sectores, así como la FEMP, a través del ICTE para la reactivación para de este sector.