En casa - Día 55

Acabo de enchufarme a ‘Queen’. Lo digo porque a partir de esta línea, las reclamaciones a Freddie Mercury. En mi vida, únicamente dos canciones me han parado en seco en la calle. La primera vez me sucedió en Granada. Cruzaba la Plaza de las Pasiegas. Del interior de un bar -entonces los bares abrían a cualquier hora-, asomó una música que me paralizó. Eran Montserrat Caballé y Freddie Mercury en la presentación oficial de ‘Barcelona’, que se convirtió en el tema oficial de los Juegos Olímpicos de 1992. Aún me recuerdo como una estatua en medio de la plaza. La segunda vez que me inmovilizó una canción, fue en Sevilla. Iba de peregrino con buenos amigos por el Real cuando María del Monte me ’cogió de la mano y la subí a mi caballo, fuimos contando las flores que salen nuevas en mayo’. Le pedí ‘Cántame’ y yo me quedé inmóvil a la sombra de los pinos.

Ya con toda la provincia en la fase 1, supongo que habrá algunas que otras prudentes avalanchas: gastronómicas, circulatorias, mercadillos, en fin, una semi vuelta a la anormal normalidad en la que nos movemos en estos tiempos de tormenta. ‘Queen’ siguen a lo suyo, es el turno de ‘Breakthru’. Asomado a la ventana observo un gorrión plantado en la palma de palmera. El viento balancea el penacho de hojas, pero el gorrión ahí sigue, agarrado como si en ello le fuera la vida. Tengo la impresión de que nosotros nos agarramos a cualquier cosa con tal de salir medio así de la tempestad, aunque ahora, hoy, en estos tiempos, me atrapa la inquietud de cuántas personas se quedarán con el cielo por techo, con una maleta vacía, con el destino a ninguna parte, cuando salgamos de esta tormenta. 

Uno de los muchos asideros que contribuyen a soportar el estado de alarma, es el humor. En esto, mi amigo Pedro es un especialista. Me envía ‘guasás’ divertidísimos uno tras otro, no termino de reír al ver uno que ya está el siguiente pidiendo paso. Pedro, no sé cómo te las arreglas para coleccionar tanto vídeo porque, todo se ha de decir, Pedro no echa mano del YouTube. Ignoro cuáles son sus fuentes. El caso es, si por él fuera, que no haría otra cosa que ver sus vídeos uno tras otro.

Ahora sí, lo que está dejando claro clarísimo la pandemia, es la cantidad de buena gente que tiene este país. La generosidad, el darse que no siempre es fácil, serán recordados en estos tiempos del coronavirus. No sé qué cambiará al finalizar esta crisis sanitaria, ojalá el cambio cause que nuestra sociedad no olvide nada de esto. Nunca, jamás, creímos que algo así podría sucedernos, que nos vendrían tan mal dadas. Y vinieron. Nunca, jamás, pudimos pensar que la bolita de la ruleta rusa caería en lo más negro. Y cayó. ‘Queen’ ha dejado de sonar, lástima. Y ahora, ¿qué escucho? Buscaré, tengo tiempo porque, yo, sin dudarlo, me quedo en casa.