Los hosteleros con terraza se reencuentran con los almerienses

Tal y como ya preveía la Asociación de Hosteleros de Almería (Ashal) son casi un quince por ciento los establecimientos que esta mañana han decidido abrir sus puertas, en realidad, sus terrazas, para reencontrarse con unos almerienses que en muchos casos se han mostrado deseosos de este regreso de la 'antigua' normalidad aunque se tengan que acostumbrar aún a acudir a su bar de cabecera con mascarilla, guantes, no poder la carta, e incluso, en el caso de que sea de los establecimientos sin terraza, a tener que seguir esperando para volver a ver al camarero de confianza.

Si bien es cierto que establecimientos como 'El Lengüetas' estaban llenos en el mediodía, o que hay algunos que tienen reservas hasta para dos semanas, también es verdad que la presencia de fuertes rachas de viento en la ciudad de entre 77 y 88 kilómetros por hora, ha supuesto que en algunas zonas, como el paseo marítimo, que los propietarios se hayan replanteado el abrir, y ha deslucido en otras zonas ya que, como ellos mismos reconocen, el viento no ayuda a que apetezca estar en las terrazas.

Sea como sea, lo cierto es que esta mañana ha comenzado la desescalada en los establecimientos hosteleros y lo hacen entre dudas como "¿qué va a pasar con los Ertes?", explica el presidente de Ashal, Diego García. Además, va a suponer también grandes cambios para cumplir con las condiciones higiénico-sanitarias ya que "tenemos todos que adaptarnos a esta nueva forma de trabajar. El tener que hacer un registro de temperatura al personal, que se lave el uniforme a diario y a temperatura que garantice la desinfección, al uso de mascarillas, la distancia de mesas, el establecer el sistema de QR para la carta o el memorizarlo". Eso sí, se muestra convencido que el sector va a pasar esta prueba con nota porque "ya nos hicieron pruebas muy duras en 2005, y salimos porque somos muy respetuosos y cumplimos siempre".