El Quinto Toro, una marca genuina de Almería, ha reabierto este lunes. La puesta en escena se adapta a los tiempos que ha marcado el Covid-19, Manuel Leal se jubila y toma el relevo su hermano Curro.
¿Cuál fue la seña de identidad que más le marcó de su padre Juan Leal, novillero?
La seriedad, honestidad, limpieza y amigo de los amigos. Desde que la primera mujer con ideas claras, Mercedes Cassinello, se atrevió a entrar en 1956 en nuestro bar, las cosas comenzaron a igualarse. Mercedes trabajaba, junto a mi tía Carmen Leal, en las antiguas oficinas de Telefónica de la cercana calle de Navarro Rodrigo, tiempos sin teléfonos automáticos y avisos de conferencia.
¿Qué tiene de ritual El Quinto Toro, imagen colectiva de Almería?
La clave es el trato familiar a nuestra clientela. Tratamos al cliente como si fuera un familiar. Damos lo mejor que tenemos en nuestra casa.
Tertulias flamencas y encuentro de familias.
Se ha mantenido la tradición. Hubo “camarillas de amigos” que tenían como ritual pedir cada uno media botella de vino de Albuñol y en celebraciones Tío Pepe que entonces era un lujo. Recuerdo a grandes clientes como Joaquín Gutiérrez, concesionario de máquinas de coser Alfa o Ángel Fernández de perfumes Nike. En aquellos inicios veíamos a grandes del flamenco. Con Sorroche tengo el honor de que en mi boda con Carmen Puertas disfrutamos de una misa flamenca. Fue una doble boda porque mi hermano Curro se casó con Reyes ese mismo día y a la misma hora como dice la canción.
Otro atractivo para los que nos visitan es el sello taurino que marcó su padre.
Los toros fue una constante por nuestro padre. Con vosotros comenzamos en Canal Sur. Recuerdo a la añorada Isi Sayago, Juan Belmonte, José Antonio del Saz. A un aficionado exigente como Juan Manuel Pérez Company y las tertulias que tú organizabas durante la Feria de Almería. En la familia, tenemos ahora a una figura mundial: mi primo Juan Leal al que la pandemia ha impedido que triunfara la Feria de Abril.
¿Cómo han administrado el prestigio?
Con un peso y responsabilidad que dejó nuestro padre. Cuesta mantenerse.
¿Cuál es la tapa favorita de la clientela?
Papas con huevo.
Y la de usted.
Usted y yo coincidimos con el remojón de San Antón que es la tapa que más explicamos su composición y por el nombre que es muy llamativo.
Catavino de la Asociación Amigos Taurinos de Almería es uno de los últimos reconocimientos conseguidos, ¿cuáles son los premios que guarda en la memoria?
La primera Gala del Turismo por los tres primeros premios que nos dieron.
Mismo equipo gastronómico
“Nací en Almería, en 1956, cerca de El Quinto Toro, calle Juan Leal desde 1994, nombre a la calle que puso el alcalde Fernando Martínez como homenaje a mi padre. Estudié delineación y cuando regresé de la mili en Vitoria comencé a trabajar en el estudio de arquitectura de Javier Torres Orozco, durante el periodo 1980-90. Siempre seguí compartiendo el bar, echando una mano a mis padres. Me acabo de jubilar y acrecentaré mi pasión por el club Unicaja, la bicicleta y los recorridos por la provincia. Mi hermano Curro sigue al frente, rodeado de los empleados que han estado acompañándonos y sus hijos que siguen la filosofía que nos transmitió mi padre. La cocina sigue siendo obra de mi esposa Carmen y de mi cuñada Reyes. Apuestan por la innovación y respetan la cultura de mi abuela María que fue cocinera de Los Dominicos y de mi madre Conchita”.
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