La profesora y poeta Virginia Fernández Collado habita estos días en su particular “isla” natal de Bédar, a más de cuatrocientos metros por encima del mar. Asoma a sus balcones para contemplar las montañas y el mar en la lejanía, “el infinito que diría Leopardi”. Y así, “el tiempo lento de primavera camina como una hilera de hormigas en este pasar de las horas”. Unas horas de crisis global, cuyo causante plantea a la escritora muchos interrogantes: de dónde viene, cómo funciona y evoluciona…, pero también asume una actitud determinante: “Sabemos que tenemos que ser solidarios, cuidarnos para cuidar a los demás porque esta crisis no es algo individual y el que aún no se ha dado cuento de esto creo que va por un camino erróneo”.
- ¿En qué afecta la "nueva vida" que ha impuesto la pandemia a la creación literaria?
¿Qué significa la palabra confinamiento? ¿Quién vivió sino el ser dentro de él mismo? El verdadero ensimismamiento está en uno. Pensemos en los místicos que vivieron en sus celdas y crearon sus obras desde la contemplación. Pienso en Miguel de Molinos cuando la Inquisición lo juzgó y encarceló por escribir la Guía espiritual, una de las obras maestras del quietismo, aún marginada, que fue editada y comentada por José Ángel Valente en los años setenta. Estamos viviendo un tiempo difícil, es el encierro del espacio y del ser. ¿Dónde nos agarrarnos en este tiempo? Creo que, indudablemente a los libros y a la creación. Es mi tabla de salvación.
- ¿Qué puede ofrecer la Poesía a esta compleja realidad?
Pienso que sin el arte estaríamos perdidos. La literatura en general es una ventana abierta a la vida. Para mí, la página en blanco abre horizontes, libera, es un soplo de aire puro dentro de las celdas que nos han impuesto. Entonces creamos, pues, y leamos.
- Entonces, en su caso, ¿le ha inducido a una mayor actividad creadora?
Actualmente estoy escribiendo y corrigiendo un libro. Esto y mi actividad docente me ocupan la mayor parte del tiempo diario. Pero, por otra parte, hay que resaltar que es necesario tomar conciencia de que la actividad creadora es y debe ser un ejercicio diario independientemente del estado en el que nos encontremos. Así lo entendieron los rusos en el estado de Leningrado, Anna Ajmatova, Osip Mandelstam, Marina Tsvetaeva, Guimilov, Nina Berverova después. Todo el grupo de poetas acmeístas, estaban encerrados con la bandera de la escritura como testigo de todo. Para mi la creación literaria es un ejercicio diario, todos los días escribo, pensamientos, comentarios sobre libros o poemas que me surgen y voy acumulando en forma de diario. Según los días en los que se escribieron van cayendo en el papel como en un cajón de sastre que los propios días ordenan.
- ¿No cree, entonces, que el escenario actual incida en la temática de sus creaciones?
Creo que la incidencia del escenario actual se verá, en términos generales, en los próximos años. El cambio, la asimilación a las nuevas realidades es lenta, y aflorará, estoy segura, pero más a largo plazo. Aisladamente, por mi parte, he escrito algún poema sobre el estado de alarma y el concepto de encierro.
- ¿Se atrevería a recomendar la lectura de alguna de sus obras o poemas en este tiempo de excepción?
En el año 2017 saqué dos libros. Uno es una antología que coordiné de poesía escrita por mujeres, con un estudio previo sobre la condición de la mujer a lo largo de la historia y su relación con la literatura, en la que aparecen 45 autoras de 18 países. Por otra parte, un libro de poemas propio. No siendo nada modesta podría recomendar ambos, se trata de “ Mujer, mundo y muerte, antología de poesía contemporánea escrita por mujeres”, ed. Genal, 2017, Málaga ,y “Poemas 2006-2016”, ed Genal, 2017, Málaga. Aunque, dados a elegir, y dejando atrás el ego, uno de los libros que más he echado de menos en estos días de confinamiento, es “Los ensayos” de Michel de Montaigne, una obra absolutamente imprescindible, llena de pensamientos, anécdotas y puntos de vista sobre muchísimas temáticas, llenos de humor y lucidez, tan difícil de encontrar en estos tiempos.
- ¿ Se ha sumado durante estos días a alguna iniciativa poética o de creación literaria?.
En estos días, al vernos obligados a quedarnos en casa, han empezado a surgir una serie de propuestas creadoras y artísticas desde diferentes ámbitos, siempre de forma telemática y coincidiendo con dos fechas reseñables para el mundo de las letras como son, el día Mundial de la Poesía, y el día del Libro. Por este motivo, algunas instituciones, bibliotecas y aulas de literatura me han pedido algunos vídeos diciendo algunos textos; son, El aula de literatura del Almanzora, el CEIP Las Lomas de Roquetas de Mar, por iniciativa del poeta José Luis Martínez Clares, las bibliotecas Cánovas del Castillo (Málaga), la Biblioteca Central José María Artero (Almería) y la Diputación de Almería. También puse voz a unos textos y versos de José Ángel Valente para una visita guiada virtual por la casa del poeta que ha hecho el Ayuntamiento de Almería desde Cultura. En el Instituto Cervantes de Palermo hubo una iniciativa de leer el Quijote, en el que participé leyendo un fragmento del primer capítulo del mismo, entre otras colaboraciones. Son pequeñas iniciativas, pero que nos mantienen en contacto con el mundo exterior.
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