Ante esta situación se han de extremar las precauciones y seguridad personal, nos afirma Miriam Durán, instructora de Global Autoprotect & Encesap, líderes en la formación de Socorrismo Acuático en España.
¿Cómo influye la COVID-19 en la atención en los primeros auxilios?
Va a influir en gran parte en la atención primaria que se le haga a la persona que ha sufrido algún tipo de accidente, influye porque como personal de primeros auxilios debemos hacer un primer acercamiento para poder valorar en primer lugar la consciencia de esa persona, existe un gran riesgo de contagio si la víctima o incluso si nosotros mismos somos portadores.
En la identificación de la parada, ¿Cuáles son los cambios a priori qué han cambiado frente a la COVID-19?
En la identificación de la parada, ahora mismo tiene algunas modificaciones. Según los protocolos de prevención de COVID-19, “el primer paso ante una persona con sospecha de estar contagiada es colocarle una mascarilla al igual que nosotros, los socorristas, iremos protegidos previamente con guantes y mascarillas para que así la valoración de la consciencia y los pasos posteriores sean seguros”. En la valoración de la respiración hay una gran cambio, la maniobra frente-mentón para realizar el V.O.S. (ver si el pecho se eleva, oír el aire de su boca y sentir el calor de ese aire) de la cadena de RCP, pasará a no realizarse llevando a cabo solo la V, “ver si se eleva el pecho para evitar ese acercamiento a la vía respiratoria de la víctima y evitar nuevamente contagios”.
En el caso de la Reanimación Cardio Pulmonar RCP, ¿Cómo se realizarán las maniobras de resucitación?
La RCP consta de 30 compresiones y 2 insuflaciones, ahora mismo en el masaje cardiaco, las insuflaciones están contraindicadas ya que sería contagio directo en caso de ser alguno de los dos (víctima-socorrista), positivos. En el caso de los socorristas deben hacer cinco insuflaciones de rescate antes de comenzar las compresiones, pero como hay sospecha de positivo las insuflaciones no se hacen, por ello directamente pasaremos a realizar 30 compresiones seguidas de otras 30 y así sucesivamente hasta que llegue el servicio de emergencias, se pueda hacer un cambio o se facilite al socorrista un DEA.
Ahora nos limitamos a realizar RCP con compresión solamente, ¿la insuflación no es necesaria, se prescinde de la misma?
En circunstancias normales se recomienda hacer uso de dispositivos de barrera como son por ejemplo la mascarilla de bolsillo, el balón autohinchable, etc... para así evitar hacer el ‘boca a boca’ y evitar enfermedades de contagio. Al realizar la maniobra de RCP pueden producirse aerosoles que podrían contagiarnos. "En el protocolo normal de masaje cardiaco las compresiones son más importantes que las insuflaciones” , ya que gracias a estas el flujo sanguíneo sigue funcionando, “imitamos el movimiento del corazón”, para que así la sangre siga llegando a todo el cuerpo. Hoy día con la COVID-19, eliminamos las insuflaciones para eliminar contagios, en caso de estar dos o más reanimadores podríamos hacer uso del balón resucitador siempre que no se despegue de la vía respiratoria para evitar fugas y siempre con la mascarilla de por medio. Este balón debe tener filtros intercambiables porque sino en el material quedaría restos del virus.
En Global Autoprotect & Encesap utilizamos un método de formación innovador, combinando la formación teórica en plataforma online conjuntamente con una excelente formación práctica en S.V.B y rescate acuático y ahora con las nuevas normativas frente a la COVID-19, siempre en constante reciclaje para que nuestros alumnos salgan con una excelente preparación, ya que en sus manos está "salvar vidas". Hay mucha demanda de nuestros cursos, con matriculación abierta, en nuestra web podrán encontrar toda la información necesaria.
Nuevas normativas en prevención y rescate
Los socorristas, que ya se encuentran trabajando en las piscinas y las playas de la provincia de Almería tendrán que modificar su forma de actuar incluso en caso de ahogamiento. En el caso de la Reanimación Cardio Pulmonar RCP, en una víctima desconocida, existe un cierto riesgo de infección aunque normalmente, este riesgo es muy pequeño si se compara con la inevitabilidad de que una persona en paro cardíaco muera si no se brinda asistencia.
Ya en 2015 la European Resuscitacion Council (ERC), en sus recomendaciones de Soporte Vital Básico SVB (actualmente en vigor) dejaba a la elección del reanimador la posibilidad de realizar insuflaciones (boca a boca a razón de 30 compresiones por 2 insuflaciones) o efectuar solo compresiones torácicas (100-120 por minuto). Para acercarse a cualquier persona, estos profesionales deberán de llevar, como mínimo, una mascarilla FFP2 y protección ocular. Además, el socorrista deberá colocar previamente una mascarilla quirúrgica a la víctima siempre que el contexto lo permita.
En una víctima en parada cardíaca, en el caso de disponer de material de oxigenoterapia, se colocará a la víctima una mascarilla con reservorio a 15 lpm y, sobre esta, una mascarilla quirúrgica. Si la víctima está consciente se acercará a ella manteniendo la distancia de seguridad pertinente. En una situación extrema, en la que no se disponga de material, se intentará establecer comunicación con la víctima desde una posición que evite que ninguno de los intervinientes (socorrista y víctima) esté expuesto a las exhalaciones del otro, utilizando un método de remolque adecuado para ello.
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