Policías nacionales y guardias civiles en contacto con las pateras piden test

La detección de dos casos positivos de coronavirus en una embarcación argelina rescatada en la costa de Cabo de Gata el domingo reabre el debate sobre la salud de los agentes de las fuerzas de seguridad.

Sindicatos de la Policía Nacional y asociaciones profesiones de la Guardia Civil han denunciado desde el principio del estado de alarma la necesidad de un estrecho seguimiento sanitario a los agentes, expuestos en las calles durante el confinamiento y, más aún, obligados a acudir a posibles focos de contagio.

Aunque durante los primeros meses de la pandemia la incidencia del coronavirus se ha concentrado en Europa, el virus comienza a extenderse por países africanos y a cebarse con los más débiles. En este contexto, los agentes solicitan medidas de prevención para cumplir adecuadamente con el protocolo de recepción de las pateras sin desatender la seguridad de los policías y guardias.

En las últimas horas, estas demandas se ha tornado en malestar. Los sindicatos critican que los agentes en contacto con los migrantes que dieron positivo en la patera del domingo no hayan sido aislados y sometidos a pruebas PCR.

La Asociación Profesional de Cabos de la Guardia Civil en Almería (APC) solicitó el lunes la realización de los test para los agentes que participaron en la localización de la patera y en el traslado de los inmigrantes argelinos desde el Levante hasta el  Centro de atención Temporal de Extranjeros (CATE)  en el Puerto de Almería para su entrega a la Policía Nacional.
“Desde el primer momento no se entiende la negativa de realizar PCR a los componentes con contacto directo, cuando se están realizando pruebas a los inmigrantes recién llegados”, señala la APC.

Medidas preventivas

La asociación asegura que solicitó formalmente los test y que la Jefatura de Personal de la Comandancia de Almería rechazó esta petición siguiendo el protocolo establecido por el Servicio Andaluz de Salud (Junta de Andalucía). “Nos manifiestan que como los componentes han usado guantes y mascarillas, así como también usaron mascarillas los inmigrantes,  y que solo cabe una vigilancia pasiva y autoseguimiento”.

La APC considera insuficiente estas medidas y considera necesarias las pruebas preventivas tras la confirmación de  dos positivos entre los inmigrantes. “La realización de los test, unido a la toma de medidas de protección anticontagio por el Guardia Civil al que se le realice el test, hasta el resultado del PCR, podremos evitar ser un foco de rebrote de Covid-19”, apostilla.

En un sentido similar se han pronunciado el sindicato Jupol y la asociación Jucil, en una comunicado conjunto sobre el caso detectado el domingo en los módulos del Puerto de Almería.  “Desde la creación de Jupol y Jucil, ya en sus inicios, se ha venido solicitando a las Direcciones Generales de la Policía y de la Guardia Civil, así como al Ministerio del Interior, la elaboración de un protocolo eficaz y operativo enfocado a una correcta y adecuada recepción, detención y primera toma de contacto, traslado y custodia de los integrantes de patera en el CATE situado en el Puerto de Almería”.

“La situación actual es de extrema gravedad debido al drama de la inmigración, a lo que hay que añadir, además, los numerosos y cada vez más habituales positivos de coronavirus de las personas que llegan contagiadas en las pateras”, añaden Jucil y Jupol en la provincia de Almería.

“Desde Jupol y Jucil creemos más necesario que nunca un protocolo sanitario y de seguridad que proteja a los policías nacionales y guardias civiles para evitar más contagios y proteger a los que nos protegen. Un protocolo actualizado que, a pesar de haberse solicitado por activa y por pasiva al Ministerio del Interior durante meses, no llega y deja en grave riesgo la salud de los agentes y de sus familias”, añaden.

Pateras

Este plan actualizado también fue solicitado a principios del estado de alarma a la Dirección General de la Policía y a la Subdelegación del Gobierno por parte de la Unión Federal de Policía (UFP) en Almería, que mostró su preocupación sobre las consecuencias de la llegada de migrantes con coronavirus y las carencias del sistema de recepción.

La llegada de pateras a las costas españolas ha disminuido considerablemente en los dos últimos años. Según datos oficiales del Ministerio del Interior, ratificados por organismo europeos como Frontex, las entradas irregulares han bajado un 31 por ciento en 2020 (actualizados a 15 de junio).

A lo largo del año, la cifra de entradas irregulares se situó en una caída superior al 50 por ciento; no obstante, el buen tiempo y la reactivación de la ruta argelina ha tamizado la tendencia a la baja. Aún así, los datos están lejos de los registros históricos anotados en 2018, la peor crisis humanitaria vista por Alborán desde que existen estadísticas.