Guerra de cifras en la marcha por una educación segura

Faltan quince minutos para que arranque la manifestación y la lluvia parece haberse aliado con lo poco dados que son los almerienses a las movilizaciones. En el Mirador de la Rambla, una veintena de personas entre representantes sindicales, afiliados y simpatizantes con el motivo de la convocatoria valoran si seguir adelante con sus planes de marchar hasta la Delegación Territorial de Educación en el marco de la huelga general de la enseñanza en Andalucía de este 18 de septiembre. Consultan la previsión metereológica, que pronostica tormenta, y miran al cielo esperando un respiro.

El respiro llega en forma de una lluvia que es intermitente, pero sobre todo gracias al goteo constante de personas que se incorporan al grupo y se colocan -a metro y medio y con mascarilla- a lo largo de todo el tramo de Rambla que separa El Mirador propiamente dicho del cruce a la altura de la Avenida la Estación. En el inicio de curso más incierto que se recuerda a causa de la pandemia del coronavirus, la reivindicación del descenso de la ratio, la contratación de más profesorado y el mantenimiento de la distancia de seguridad dentro de las aulas, ha reunido a un millar de manifestantes, a ojos de la organización, y 200, según la Policía Local. La habitual guerra de cifras.

Algunos vienen de otros puntos de la provincia, de modo que la marcha debe seguir su curso. Convocan los sindicatos CGT, CCOO, Ustea, Docentes por la Pública y CNT y Fapace (Federación de Asociaciones de Familias del Alumnado de los Centros de Educación Pública de Almería).

Con un seguimiento desigual de la huelga que, según datos de la Junta, ha sido de casi el 21,1 por ciento de los docentes de Educación Infantil y Primaria -entre las cifras más altas de Andalucía, cuya media baja hasta el 13,9 por ciento- y tan solo un 4,2 por ciento en Secundaria -situándose en un 1,5 por ciento en la comunidad-, las organizaciones convocantes se han mostrado satisfechas y han achacado el escaso éxito de la convocatoria en Secundaria a un inicio de curso que todavía es gradual y en el que es difícil controlar quién secunda el parón y quién no.

"Menos mentiras, más inversión"
Paraguas, banderolas mojadas y pancartas que exigen una “educación presencial, segura y de calidad” y piden “menos mentiras y más inversión” avanzan Rambla arriba con alguna subida de tono de un conductor que no parece muy por la labor de respetar a la comitiva.

A mitad del trayecto, llegan ecos de las declaraciones del delegado de Educación, Antonio Jiménez, quien dice respetar la jornada reivindicativa, aunque señala que ni la comparte, ni es el momento. También recuerda las inversiones realizadas por la Junta que solo en Almería han supuesto la contratación de 392 profesores y 171 limpiadores, la adquisición de 15.000 dispositivos digitales y 2,2 millones de euros para adecuar espacios. Eso sin olvidar, la implicación de los ayuntamientos y el “grandísimo trabajo” de equipos directivos. “Después de seis meses, nuestros hijos se merecen una educación de calidad, como venía ocurriendo, pero este año además con unas medidas de protección y de higiene que todos los centros han puesto en práctica”, ha apuntado el titular de Educación de la Junta en la provincia.

“Nunca he estado en una huelga en la que se haya dicho que es el momento, para ellos nunca lo es y las inversiones han sido totalmente insuficientes: la contratación de profesorado ha sido para compensar un poco la pérdida en años anteriores, pero en ningún momento ha sido la necesaria para desdoblar los grupos y tener distancia de seguridad entre los alumnos. El inicio de curso está siendo exactamente igual al pasado pero con mascarilla y gel”, respondía Jorge García, de Ustea.

Salud y educación
Se vislumbra a lo lejos la Finca Santa Isabel, donde se sitúa la Delegación de Educación, e integrantes de la marcha del CEIP Príncipe Felipe de Huércal-Overa se quejan de las condiciones en las que han empezado el curso. Portan un cartel improvisado en el que puede leerse: “Lo primero la salud y lo segundo la educación”. Poco más adelante, dos maestras del CEIP San Agustín de El Ejido comentan que echan de menos a más compañeros. “Si esto no nos moviliza, ¿qué lo hará?”, se preguntan.

“Lo importante es que se secunde la huelga”, comenta Juan Pallarés, de CCOO, que responde al llamamiento de la Junta de ir todos a una añadiendo que sí, pero con medidas de seguridad en los colegios. “Si la cosa sigue así, esta solo será la primera huelga de muchas”, vaticina.

Y ese es el sentido del manifiesto que se lee frente a Educación. Un texto unitario a pesar de que finalmente la lluvia ha arreciado y muchas personas de la marcha se han disgregado por el camino.