El antiguo Hospital Provincial se está abriendo de nuevo hacia el mar gracias a la demolición del añadido más reciente, una edificación de 1944, para lograr con ello la recuperación el espacio libre que siempre existió en Paseo San Lui. El trozo de fachada sur que se acaba de derribar está dejando al descubierto los edificios que integran el verdadero conjunto monumental y va a recuperar la imagen original que, durante 400 años, mantuvo esta joya arquitectónica que integra edificios del siglo XVI, XVIII y XIX.
En la actualidad ya se puede ver al fondo la imponente cubierta de teja de 45 metros de longitud del Hospital Real de Santa María Magdalena, que fue rehabilitada en el año 2018 gracias a una inversión de la Diputación que superó el 1.000.000 €.
La demolición se enmarca dentro de las obras de la segunda fase con una inversión de 5 millones de euros de presupuesto financiados por la Diputación Provincial con el apoyo de la subvención del 1,5% Cultural del Gobierno de España, para la recuperación de las fachadas y la rehabilitación de las salas interiores del edificio.
Entre los edificios que ahora están reapareciendo, además del Hospital Real de Santa María Magdalena, se encuentran dos obras del arquitecto Enrique López Rull, que hasta ahora eran desconocidas. Los técnicos provinciales responsables de la obra han revelado que tras este descubrimiento hay una profunda investigación a lo largo de varios años “con el fin de que la Diputación pudiera ejecutar un proyecto con las suficientes garantías técnicas, pero también históricas”.
Joyas al descubierto
Así, en la zona que se está actualmente demoliendo, se encuentra a la derecha un pequeño edificio rematado por un frente curvo con cornisa de piedra, y que levantó López Rull en 1927 a los 81 años de edad. Este pequeño edificio se denominaba tradicionalmente Pabellón de San Vicente de Paúl y muchos almerienses lo visitaron cuando albergaba las consultas de oftalmología y dermatología. Este pabellón está construido con muros de piedra pero tiene forjados de hierro, siendo por tanto un claro ejemplo del empleo temprano de este material en la arquitectura almeriense. Este pabellón es prácticamente idéntico al que levantó el arquitecto en 1922 en el desaparecido Centro Psiquiátrico Provincial de la antigua carretera de Níjar, cuando trabajaba para la Diputación.
El único edificio civil del siglo XVI de la capital también esconde sorpresas en la calle Hospital, donde se sitúa la Capilla levantada en el año 1876, según reza la placa de mármol que se conserva sobre su puerta principal. Esta Capilla, según los arquitectos de la Diputación, fue levantada también por López Rull, y su autoría se conoce ahora gracias a la aparición de la firma del arquitecto almeriense en documentos relacionados con la misma durante los años en los que ejerció como técnico provincial. Con ello se acrecienta aún más el catálogo del patrimonio inmueble de nuestra ciudad y cobra un valor añadido este edificio, que a día de hoy, ya está siendo rehabilitado.
Una vez finalizado el desescombro y se recupere el espacio libre que siempre existió en el Paseo San Luis, éste se convertirá en el nuevo acceso al conjunto de edificios que integran el Hospital Provincial, y por tanto también será la nueva entrada al Pabellón de San Vicente y a la Capilla, las dos obras hasta hoy desconocidas de arquitecto almeriense Enrique López Rull.
El diputado de Presidencia, Fernando Giménez, ha destacado la trascendencia de este proyecto y la labor de investigación que hay tras ella por parte de los arquitectos de la Diputación con el objetivo de recuperar el conjunto monumental de forma fiel a su estado original.
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