La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a prisión permanente revisable a I. M. por asesinar a su hijo de ocho años de edad en la pedanía ejidense de Balerma en abril de 2018. El tribunal pone cifras al veredicto de culpabilidad alcanzado por los miembros del jurado popular e impone la pena máxima para el acusado. Añade otros 12 años y medio de cárcel por delitos de lesiones y maltrato en el ámbito familiar.
Esta condena adicional se aplicaría ante una hipotética derogación de la prisión permanente (cambio del Código Penal) o en caso de revisión de la pena por asesinato (plazos de revisión de la cadena perpetua). De este modo, el tribunal reconoce la existencia de un clima de maltrato, presiones psíquicas y amenazas a la madre del pequeño. “(El crimen) es último acto de venganza y control sobre ella”, señala la sentencia judicial.
La sentencia también destaca la imposibilidad del pequeño de defenderse ante una agresión producida en el sótano de la vivienda, por una persona físicamente más fuerte y miembro de su familia. “Se hallaba de espaldas a él, confiado al estar con su padre, y sin posibilidad de huida en dicho habitáculo, de manera sorpresiva e intencionada sacó el cuchillo que llevaba”.
Estos elementos constituyen la agravante de alevosía que, según la jurisprudencia, debería impedir que el acusado I. M. se libre de la prisión permanente. La sentencia fija en 220.000 euros la indemnización a la madre por las responsabilidades civiles.
El suceso se salda con la tercera condena a prisión permanente revisable en la provincia de Almería tras la entrada en vigor de la reforma del Código Penal en 2015. Los dos procesos anteriores fueron el asesinato machista de una joven en Huércal de Almería y la sentencia contra Ana Julia Quezada por el crimen de Gabriel Cruz.
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