Los alumnos de la Escuela de Adultos de La Cañada piden volver al barrio

Con pancartas realizadas en sábanas con el lema “La Escuela de Adultos ¿para cuándo?” me reciben a las puertas de la iglesia de La Cañada un grupo de alumnos de este centro de enseñanza para aquellos que han decidido aprovechar la segunda oportunidad que les da la vida para terminar sus estudios básicos. Se muestran “cansados” de “esperar respuestas” por parte del Ayuntamiento y lamentan que a pesar de llevar dos meses en huelga, la Escuela de Adultos siga impartiéndose en el IES Sol de Portocarrero y no en el barrio.

Y es que en junio se enteraban los alumnos que el local en el que hasta entonces se había usado para impartir las clases dejaba de ser la sede de la escuela. Según explican, la promesa trasladada por el equipo de Gobierno municipal era que en septiembre podrían utilizar el edificio municipal que estaba en construcción y que será la nueva Oficina Periférica de La Cañada. Llegado el momento, este espacio no estaba disponible y se decide el traslado al instituto. La distancia a la que se encuentra del núcleo de población, más de tres kilómetros desde la iglesia, supone un impedimento para estos alumnos que aportan mucha ilusión pero que ya peinan canas como para ir y volver andando, y que en caso de coger el autobús tienen que invertir casi una hora ya que la línea que recorre el barrio tiene una frecuencia de 30 minutos. Ante esta situación, se declararon en huelga y actualmente solo acude un 10 por ciento de los alumnos matriculados. 

Desde que arrancara el curso han intentado obtener una respuesta por parte del Ayuntamiento sobre el regreso al núcleo urbano de esta Escuela de Adultos. Llegaron a reunir más de 700 firmas y las entregaron a mitad de octubre en el registro municipal para reclamar al alcalde, Ramón Fernández-Pacheco, que les recibiera para buscar soluciones pero, de momento, “no ha respondido nadie”.

Mientras tanto han visto como la construcción del nuevo edificio municipal ha concluido, se ha colocado hasta la cartelería del Ayuntamiento de Almería e incluso de la Asociación de Pesca Deportiva que también tendrá allí su sitio, pero de su espacio nada saben, por lo que temen quedarse sin sitio. Y eso sí, niegan que estén manipulados políticamente.

Tienen claro que el mantener la Escuela de Adultos en el instituto es una mala solución. “Está muy lejos y muchos de los que van son personas ya mayores. Pero es que además aseguran que hay clases de las que se imparten que son inviables, como es el caso de la informática. Allí no se puede poner ordenadores fijos porque son clases que utilizan los chavales”, explicaba uno de los alumnos. Ante esta situación la solución propuesta era “tomar clases teóricas y claro, si ya es difícil para los jóvenes imagine para las personas más mayores que nunca han tocado un ordenador”, afirmaba una de las estudiantes precisamente de esas clases.

Respuesta municipal

Por su parte el concejal de Cultura y Educación, Diego Cruz, quiere tranquilizar a los alumnos asegurando que “tienen su espacio asegurado en el edificio municipal” al que pretende que vuelvan “lo antes posible”. Afirma que ahora mismo “se está a la espera de que Industria termine la tramitación para poder dar de alta tanto la luz como el agua” y que una vez que se reciba la obra “hay que culminar los trabajos para adecuar el espacio que estará destinado para esta Escuela de Adultos a lo que me pidieron, de forma que hay que dividirlo para dos aulas y un despacho”.

No quiere dar fechas claras del traslado, ya que todo depende de la recepción, pero calcula que “en algo más de un mes, como mucho tras la Navidad, podrían mudarse al nuevo edificio”.

Lo que sí quiere dejar claro el concejal popular es que “el paso por el IES Sol de Portocarrero es provisional” y “en cuanto se pueda, se marcharán al nuevo edificio”.