Convertir el edificio que durante años acogiera el servicio de Protección Civil en la ciudad en un centro social y tener entre sus paredes también el que será el tercer Centro Municipal de la Mujer, es el objetivo de las obras de rehabilitación que llevan en marcha desde el 14 de febrero de 2019.
Unos trabajos que inicialmente iban a durar 9 meses pero que, entre los parones por la pandemia y las deficiencias encontradas en su estructura que han obligado a la realización de un modificado del proyecto original, finalmente estarán en marcha hasta el próximo mes de enero de 2021, casi dos años después de lo previsto.
Explica la concejal de Urbanismo e Infraestructuras, Ana Martínez Labella, que los trabajos ya están otra vez en marcha después de dar el visto bueno al modificado y que la mayor complejidad es que “la estructura estaba mucho peor de lo que inicialmente se había previsto. Contaba con una amalgama de materiales heterogéneos lo que hacía la estructura muy poco sólida”. Así consta resolución de la Junta de Gobierno que daba luz verde a este modificado asegurando que pretendía cubrir patologías estructurales previas así como la realización de otros trabajos de la obra, tales como revestimientos, acabados, instalaciones o carpinterías.
En marcha
Precisamente en esta fase se encuentran actualmente las labores de rehabilitación que hace unos días visitaron tanto el alcalde de la capital, Ramón Fernández-Pacheco, como la edil de Urbanismo e Infraestructuras para comprobar el ritmo que estaban tomando los trabajos.
Cabe recordar que el proyecto de rehabilitación de esta vivienda diseñada por Guillermo Langle en 1935 apostaba por rescatar la escalera y toda la artesanía que se encuentra a la entrada del edificio, si bien, para poder garantizar la accesibilidad se ha construido un edificio anexo, también con formas redondeadas más típicas de Langle en el que han instalado unas nuevas escaleras y un ascensor que permita una accesibilidad total a esta dotación social.
El edificio cuenta con dos plantas y un semisótano, además de una terraza transitable. El futuro centro social tendrá aforo para 136 personas y contará con seis salas distribuidas en las diferentes plantas. Así, en la planta baja iría el vestíbulo, la zona de conserjería y tres salas, mientras que en la primera planta irían dos salas. En el semisótano se habilitarán los aseos y una última sala más.
Habrá que esperar para que culminen los trabajos y se pueda contemplar definitivamente cómo va a quedar el edificio totalmente rehabilitado, el reparto que se van a hacer de los espacios, y sobre todo, volver a verlo con uso después de muchos años cerrado y acumulando deterioro a pesar de la belleza con la que contaba este diseño del arquitecto Guillermo Langle.
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