Es de Almería, y siempre se recuerda ‘cacharreando’ con diferentes tecnologías y programación. Empezó Matemáticas, luego Informática, e incluso un módulo de FP, pero no las terminó, y siguió en ese mundo de forma autodidacta. Desde hace dos años vive en Valencia, donde trabaja en Flywire.
Háblanos de tu trabajo allí.
Soy como un administrador de sistemas, pero en vez de con unos cuantos servidores en un armario y localizados yo lo hago con equipos de usuarios, seiscientos repartidos por el mundo. Es decir, me dedico a controlar y ‘provisionar’ los Macs que usan mis compañeros. Es una empresa potente, somos el tercer ‘unicornio’ (empresa con una valoración superior a mil millones de dólares) español, y la única que está en Estados Unidos, la central está en Boston. Y, si a alguien le interesa, buscamos gente para muchos puestos; y algunos pueden ser remotos, incluso después de la pandemia.
¿Cómo es trabajar en una empresa americana? ¿Es cierta esa leyenda de que cuidan a sus trabajadores..?
No es una leyenda. El cambio de cultura es un choque. Llevo dos años y aún, a veces, no me creo las cosas que nos ofrecen, y como cuidan el talento. Por ejemplo, ahora, en pandemia, nos han estado pagando todos los gastos de internet, las cosas de casa, todos los meses. Si queríamos cambiar la silla, la mesa… Y eso, a toda la empresa. Ya desde antes de la pandemia yo trabajaba desde casa, e iba a la oficina cuando me apetecía, aunque allí todo se presta a que vayas. Hay comida gratis, bebida, ping pong, futbolín, videoconsolas. Vale la pena. Pero claro, ahora no me muevo de la casa...
Por supuesto.
Las empresas españolas tienen mucho que aprender. En ellas es: Necesito un programador, y el primero que pille. El mas barato, que me cubra el puesto y haga el trabajo así... No, no, aquí es: Lo necesito, y busco el mejor, y a ver si otra empresa le paga mas. Es otra dinámica. Aquí hay que jugar con los mejores.
Eres, además, miembro de HackLab Almería, y de La Jaquería. ¿Cómo los ves?
Entrar en HackLab fue una forma de alimentar mi necesidad de saber mas, y de cualquier tema. Hasta ese momento no me había metido nunca a ‘cacharrear’ con Arduino ni nada de eso, por ejemplo. Allí descubrí lo chulo que es, y además otros lenguajes de programación, que mira, me ha venido bien para lo que hago ahora.
Los problemas que hubo creo que están resueltos, y está muy bien. Hemos visto que puede haber convivencia entre los diferentes grupos que han surgido. Y la necesidad de crear algo con un sitio físico, La Jaquería. Es la evolución. Una cosa empieza, se desarrolla, se transforma… Como seres vivos que somos.
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