Dos años. 24 meses sin ruido de maquinaria que entorpezca el trinar de los pájaros y el rumor de las olas. Así es como se encuentra todo el que pasea por el ‘final’ del paseo marítimo Carmen de Burgos.
Fue en la Navidad de 2018 cuando la empresa que realizaba las labores de prolongación del paseo para alcanzar, a falta del puente que cruce el río Andarax, el paseo de Ribera, recogió sus aperos y se marchó. Desde entonces se han ido barajando fechas para que se retomen las obras, se ha seguido un complicadísimo proceso administrativo, pero lo cierto es que a 4 de enero de 2021 todo sigue igual. Ni siquiera la última fecha anunciada, la de finales de 2020, se ha cumplido y parece que no será hasta que las partidas sean reasignadas del nuevo presupuesto, cuando arranquen a pesar de que Tragsa tiene todo listo para arrancar desde hace meses.
Sea como sea lo cierto es que las obras siguen a medias viendo pasar el tiempo, bañistas y aficionados a la pesca porque, a pesar de la zona está vallada, lo cierto es que desde que se marcharon los obreros se ha estado utilizando con sus consiguientes riesgos.
Hay que tener en cuenta que será la empresa pública la que se va a hacer cargo de los trabajos para no tener que volver a realizar todo el procedimiento de adjudicación de los mismos y que ya se ha anunciado que la obra subirá de precio y no porque haya modificados ni cambios, sino porque desarrollar ese proyecto estaba mucho más cerca de los 2,43 millones de euros con los que salió a licitación que de los 1,53 millones por los que se le adjudicó a la empresa CLM Infraestructuras en junio de 2018, con una baja del 33 por ciento, y que supuso que apenas tres meses después de que arrancaran los trabajos, la misma constructora abandonara.
Motivación
Y es que la empresa pública TRAGSA cuenta con una tarifas estipuladas y son más elevadas que la que preveía en su oferta la empresa que resultó adjudicataria de los trabajos. Este aumento por las tarifas supondría que el presupuesto de ejecución alcanzara los 2,098 millones de euros. Pero a esto hay que sumar otro cambio presupuestario derivado de la necesidad de una mejora del firme, que supone invertir 30.000 euros, y el destinar otros 140.000 euros a la realización de conducciones para un pozo que se encuentra en la zona. Con esto se alcanzaría esos 2,2 millones de euros que prevé la Dirección General de Costas que supondrá finalmente la intervención.
Estas obras, que se realizan gracias a un acuerdo entre el Ayuntamiento de Almería y el Ministerio de Transición Ecológica, se financian al 50% entre ambas instituciones con la salvedad de que si había bajas en la adjudicación, solamente beneficiaban a la administración central. Por tanto, ahora que sube el coste, solamente le afectará también al ministerio ya que el Ayuntamiento ya puso el millón de euros correspondiente. Así que, esos casi 500.000 euros correrán del bolsillo gubernamental.
Proyecto
Cabe recordar que la intención en esta zona pasa por regenerar una parte importante de playa, mediante la aportación de 12.541 metros cúbicos de arena, y se dará continuidad al itinerario costero del Paseo Marítimo y Camino de Ribera.
Contempla además la ampliación, sobre unos 500 metros lineales y unos 38.000 metros cuadrados, del paseo marítimo, completándose la actuación sobre este espacio con la instalación de redes de alumbrado público, riego, abastecimiento de agua, mobiliario urbano, jardines y accesos a la playa, así como una zona de juegos, de 2.000 metros cuadrados, y una zona de aparcamiento para unos 100 vehículos. Todo esto llegará cuando la obra sea una realidad.
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