El miedo al covid dispara los casos de absentismo escolar en Almería

La Junta de Andalucía ha dejado claro estos días que el miedo al covid no justifica que los padres dejen de mandar a sus hijos a los colegios e institutos  y que de momento no se plantea el cierre de los centros educativos por la elevada incidencia del coronavirus, al considerarlos lugares seguros frente al virus, a pesar de las peticiones en este sentido de asociaciones y organizaciones de profesores, sindicatos, padres y ayuntamientos. 

Por este motivo, como ha precisado la Delegación provincial de Educación, “los protocolos de absentismo siguen funcionando de la misma forma que siempre. Cuando un alumno falta a clase, los padres deben justificar esa falta; como dijo el consejero Javier Imbroda, “el miedo no es una justificación”. Cuando un alumno registra cinco faltas de asistencia sin justificar en un mes, se inicia el protocolo de absentismo igual que siempre”.

Sin embargo, el miedo está haciendo que el absentismo escolar se haya disparado en Almería desde el pasado 7 de enero, cuando se reanudaron las clases tras las fiestas navideñas, como han coincidido en señalar profesores, sindicatos y padres consultados. 

Aunque de momento no se conocen datos oficiales en la provincia, como informa la Delegación de Educación -si bien los ha reclamado a la Consejería-, los consultados coinciden en apuntar que la asistencia a las clases se ha mermado de forma considerable, especialmente en Educación Primaria y sobre todo en aquellas zonas con una elevada incidencia del covid, o en los centros donde se detectan contagios. 

Iván Martínez, secretario del Sector de Enseñanza de FeSP UGT Almería llega a decir que “desde el siete de enero el absentismo ha aumentado de manera exponencial”, e informa de que en la provincia se han dado casos de centros en los que la presencia de alumnos en clases ha sido muy minoritaria en días determinados. 

El sindicato también es partidario del cierre de centros en casos de una tasa de covid disparada, como ocurre en muchos municipios almerienses, aunque Martínez apunta que otra posibilidad sería permitir que no acudieran a clase solo a los alumnos cuyos padres puedan quedarse con ellos en casa, no los que trabajan y no pueden permitírselo.

Pese a la insistencia de la Junta en considerar los centros como lugares seguros, Martínez dice que pueden convertirse en “focos de contagio” cuando el coronavirus entra en ellos, al tiempo que recuerda que en la provincia hay en la actualidad más de un centenar de aulas cerradas por contagios. “No es una cuestión de miedo, sino de sentido común”, concluye sobre la decisión de los padres que no permiten a sus hijos acudir a los centros. 

Miedo justificado
Tanto desde el profesorado consultado como desde asociaciones de padres se cuestiona incluso que estas faltas a clase por miedo al covid pueda considerarse absentismo. 

Pedro Jesús Ayala, presidente en Almería de la Asociación Andaluza de Directoras y Directores de Infantil y Primaria (Asadipre) dice entender perfectamente a los padres: “El miedo es respetable, puedo estar de acuerdo o no con que sea una causa justificada para faltar a clase, pero con lo que no estoy de acuerdo es que estas ausencias se consideren absentismo escolar. Estamos hablando de solo unos días”. 

De la misma forma, cree que “cuando el virus entra en los centros puede convertirlos en un foco de propagación”. 

Asadipre también ha reclamado el cierre de los colegios en determinados casos, al igual que ha hecho  la Asociación de Directores y Directoras de Instituto de Andalucía (Adian). Su presidente en Almería, José Abel, considera que esta medida se debería adoptar en dos casos: “en localidades con una alta incidencia de coronavirus y cuando en los institutos falte una elevada proporción de profesores”. 

Y es que, asegura, “se han dado casos de centros de Almería en los que ha faltado hasta el 30 por ciento del profesorado, y en estas condiciones es muy complicado mantener la actividad de forma correcta”.

Educación frente a salud
Desde la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnado de Almería (Fapace), su presidenta, María del Carmen Matillas, también cree que “más que absentismo, las faltas a clase de estos días deben considerarse un miedo justificado”.

Y defiende que la postura de los padres “se justifica más que nunca”, pues si la Administración vela por el derecho a la Educación, los progenitores hacen lo propio “por el derecho a la salud”.

Fapace también ha reclamado la adopción de medidas a la Junta, y en su caso sigue apostando por la “presencialidad voluntaria, porque hay muchas familias que no tienen dónde dejar a sus hijos”.

En medio de esta polémica, la Junta ha informado este viernes de un considerable aumento de las aulas cerradas en la provincia por el coronavirus,  hasta 109, y con sus alumnos confinados, aunque no hay ningún centro cerrado por completo. 

El delegado territorial de Educación, Antonio Jiménez Rosales, ha reconocido que se trata de la cifra más alta de incidencia en las aulas escolares, aunque subrayó que “no se están produciendo contagios en las aulas”, sino en otros ámbitos, como puede ser en el propio domicilio del alumno. Respecto del total de las aulas de la provincia, el cierre representa un 1,5 por ciento. “Se está realizando un grandísimo trabajo para garantizar aulas seguras” en la pandemia del coronavirus, ha añadido el delegado.

En definitiva, la Delegación ha recordado que "a día de hoy, las clases son presenciales y la asistencia es obligatoria, aunque si las autoridades sanitarias determinaran lo contrario se procedería de otra manera".

También ha considerado importante incidir en el hecho de que "la Administración dispone de los medios necesarios para atender aquellos alumnos que sean vulnerables".