Después de muchos días en los que se ha hablado de la inminente llegada del pico de la tercera ola del coronavirus, los últimos datos constatan que ya se está registrando una caída significativa de la incidencia en la provincia y en todos sus distritos sanitarios.
Sin embargo, los efectos de esta oleada siguen causando estragos de la peor forma posible, con la muerte de otras siete personas, mientras que los hospitales también se mantienen en situación crítica, a pesar de que la disminución de los contagios empieza a aliviarla poco a poco: este viernes los hospitalizados han bajado a 450 y los ingresados en cuidados intensivos a 93 (el jueves eran 465 y 94 respectivamente), después de que durante la última jornada ingresaran 19 personas en planta y ninguna en la UCI.
Obviamente, la normalización de las UCI traerá todavía un tiempo considerable, teniendo en cuenta que el tiempo de ingreso por paciente puede llegar a semanas e incluso meses en algunos casos.
Los cuatro fallecidos ayer, que elevan el número total de fallecidos en la provincia a 490, eran dos vecinos de la capital y uno de Carboneras, El Ejido, Oria, Vera y Vícar.
Descenso generalizado Aunque Almería sigue siendo la única provincia andaluza por encima de los 1.000 contagios de coronavirus por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, los datos divulgados este viernes por la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía invitan al optimismo y a pensar que el pico de la tercera ola podría haber pasado ya.
En la última jornada se ha vuelto a bajar de los 500 casos confirmados (497) y tras días de ligeros descensos, la provincia ha bajado, en solo 24 horas, en 67 puntos su tasa de incidencia, al pasar de 1.132,1 a 1.065,1. Frente a otras ocasiones, en que unos distritos han bajado y otros han subido, en esta ocasión el descenso ha sido generalizado y se ha producido en los tres distritos sanitarios almerienses.
La mayor caída de casos se ha registrado en el distrito Almería, que ha bajado en 102,6 puntos, al pasar de una tasa de 1.349,7 a 1.247,1 en un solo día, mientras que el distrito Levante-Alto Almanzora baja en 37,9 puntos ( de una tasa de 1.405,5 a 1.367,6), y el Poniente en 35 puntos (pasa de 719,6 a 684,6).
124 puntos menos en la capital Pero el descenso más significativo del último día se ha producido, sin lugar a dudas, en Almería capital, que ha bajado su tasa ni más ni menos que en 124,2 puntos, de 1.394,3 casos por 100.000 habitantes a 1.270, 1, con lo que podría estar empezando a ver la luz al final del túnel, pues hay que tener en cuenta que la ciudad, al contar con una tasa superior a 1.000, tiene cerrada su hostelería y la actividad no esencial desde el pasado 28 de enero.
Como el periodo mínimo de las restricciones en los municipios es de 14 días, la gran cuestión es si la capital llegará a primeros de la próxima semana todavía por encima de esa tasa o conseguirá rebajarla. Solo podría conseguirlo si el ritmo de bajada se mantiene en los datos de este viernes y se reducen la incidencia en una media de 100 puntos diarios.
Otros municipios de la provincia se encuentran en parecida situación a la de la capital, a la espera de bajar en pocos días de la tasa 1.000 que permitiría dar un soplo de alivio al comercio y a la hostelería. Es el caso de localidades como Huércal de Almería, que ha bajado también en solo un día en 83 puntos hasta situarse en una tasa de 1.255,8; Níjar, que está en 1.196,9; Pechina, que ha bajado a 1.145,1 (73,5 puntos menos que el jueves); Tabernas, que ahora está en 1.129,9; Vélez Blanco, que ha bajado 107 puntos en 24 horas hasta una tasa 1.013 o Laujar de Andarax, que ha sido uno de los municipios almerienses con más caída en un solo día, al pasar de una tasa de 1.506,2 el jueves a 1.113,4 ayer.
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