Acción vecinal contra la basura en los alrededores de La Alcazaba

Quince vecinos del barrio de la Alcazaba han decidido reunirse y convertir el día de fiesta en una jornada de trabajo. La causa merecía la pena: adecentar el maltrecho camino de acceso al principal monumento de la ciudad, la castigada calle Almanzor, que se ha ido convirtiendo en un basurero a lo largo de los últimos meses.

Acción vecinal frente a la pasividad municipal, podía ser el lema de este retén de vecinos que pedían en una pancarta un barrio limpio, un poco de dignidad para un lugar estratégico por el que pasaba todo el turismo que venía a visitarnos cuando había turistas.  Durante toda la mañana, los vecinos se han empleado a fondo para despejar la zona de matorrales, basura, desperdicios y toda clase de inmundicias que han ido convirtiendo este escenario privilegiado de la ciudad en un paraíso para ratones y culebras.

La nueva historia de este solar comenzó a escribirse hace dos años, cuando el Ayuntamiento de Almería empezó a ejecutar su proyecto de rehabilitación del entorno de la Alcazaba. Tras un largo proceso, consiguió expropiar las últimas viviendas de la calle de Almanzor y derribar toda esa manzana para dejar una subida diáfana y decente hasta la puerta principal del monumento. 

Se trataba de un paso fundamental para acercar la Alcazaba al centro de la ciudad por lo que fue recibido como un gran logro que se venía persiguiendo durante años. Sin embargo, casi dos años después del derribo de las viviendas, la ampliación de la calle Almanzor y su puesta en valor sigue estancada en los despachos y el solar, donde antes estaban las casas y habitaban los vecinos, se ha transformado en un vertedero por donde pasan muy de vez en cuando los servicios de limpieza oficiales.

Las últimas noticias sobre este solar hablaban de que se estaba esperando a que se terminara de redactar el proyecto de reforma que estaban elaborando los técnicos, pero la pregunta que se hacen los vecinos es qué razón hay para que la calle sea un estercolero permanente. La obligación de los responsables municipales es mantener en perfecto estado una zona que está dentro del conjunto monumental al ser la principal vía de acceso, de retirar esa valla que no la protege de nada, de ensanchar la calle, de mantenerla limpia todos los días y de imponer las multas que hagan falta a todo el que se salte las ordenanzas tirando allí la basura. Después ya habrá tiempo para poner un jardín, una fuente decorativa o la estatua de un rey moro si es preciso. No podemos seguir esperando las iniciativas particulares para darle dignidad a un casco histórico donde las obras importantes que tanto se han pregonado se están quedando a medias.